El sábado nos animamos a participar en la excursión a Kobenkoba que ofrecían las casas de cultura de Barakaldo, y que ya os avisaba aquí.
No habíamos ido antes, y nos ha sorprendido gratamente. Este centro de interpretación se encuentra en el municipio de Lanestosa, en el valle de Carranza, dentro de las llamadas Cuevas de los Judíos. Sí, sí, es un museo dentro de unas cuevas.Para llegar tendréis que subir unas cuantas escaleras, así que con una silla es un poco engorroso, yo propondría una mochila, si son muy pequeñitos, y si no, andando. En esta época el paisaje es precioso y pueden ir recolectando castañas o bellotas por el camino.Ya dentro, una guía nos explicó cómo tallaban las piedras nuestros antepasados para hacer los utensilios que necesitaban para cazar o vestirse, por ejemplo. Y por si no nos quedaba muy claro, podíamos visualizarlo en unas pantallas destinadas al efecto.
Luego pudimos ver que en la cueva teníamos habitantes. ¡Un oso y un león cavernarios! Y ¡cómo rugían! Fue la sensación. Bueno, ellos y un murciélago herradura que había elegido esta cueva por morada.
Después de ver un documental sobre la vida en el paleolítico, dimos un paseo por la caverna para contemplar reproducciones de las pinturas más importantes del arte rupestre y aprender cómo las hacían......para intentarlo nosotros mismos. Era complicado cogerle el truco, no creáis.Si queréis más información sobre las cuevas, como los horarios, precios, etc. podéis pinchar aquí.
Ya me contaréis qué os han parecido.