Revista Viajes
En este puente de mayo (ya sé que la mayoría no habéis tenido, pero nosotros sí, chincha rabiña, jejeje), hemos hecho una escapadita a la provincia de Lugo, y para no ser del todo mala y que no me cojáis tirria, os presento una miniguía por si os apetece ir.
Generalmente, cuando se opta como destino vacacional Galicia, nos viene a la mente Santiago de Compostela o las Rías Baixas. Y no, os aseguro que tiene más. A Lugo se la tiene bastante olvidada y tiene unos rincones dignos de visitar.
Por ejemplo, ¿sabéis que cerca de Viveiro se encuentra uno de los árboles más grandes de España? Es "El Abuelo de Chavín" (O Avó como se le conoce por allí), un eucalipto de más de 100 años.
Su base ronda los 11 metros y mide más de 70. ¿Qué os parece? Pedazo de eucalipto, ¿eh? Para llegar a él se va por una senda perfectamente habilitada para recorrerla con silla.
Nos podemos acercar a Ribadeo a contemplar la playa de Las Catedrales, una singular playa que en marea baja nos deja ver sus caprichosos acantilados con arcos y cuevas que nos recuerdan a estas inmensas iglesias. Hay que consultar antes la tabla de mareas para verla en su plenitud, ya que nosotros fuimos muy justos, y no se aprecia de igual forma. Otra curiosidad que igual no sabíais. Antiguamente, Galicia tenía 5 provincias. De verdad de la buena. Y la capital de esa provincia extinguida era Mondoñedo. De hecho, tiene un seminario y una catedral, como bien merecía su puesto. No sé si habréis oído alguna vez la expresión "Eres más famoso que el obispo de Mondoñedo". Pues de ahí viene.
Además de la catedral, que es por lo que más se la conoce, junto con sus tartas (O Rey das Tartas es de allí), Mondoñedo tiene unas cuevas estupendas para los amantes de la espeleología, las Covas do Rei Cintolo. Los niños lo tienen un poco crudo para entrar, pero merece la pena acercarse a ellas sólo por ver el paisaje que hay alrededor. Cuenta con una bonita leyenda, que podéis leer pinchando aquí.