Nuestro barco, el Empress de Pulmantur, hacía escala en el puerto de Palma de Mallorca. Como en anteriores ocasiones decidimos, con la peque, dar un paseo relajado por la ciudad, ya la conocíamos y sabíamos que no nos iba a defraudar.
La estación marítima de Palma de Mallorca está a una hora caminando de la Catedral. nosotros decidimos pasear. ya que hacía buen tiempo y es muy agradable caminar por el paseo marítimo.
Quien no quiera andar tanto, justo saliendo de la estación marítima hay taxis, coches eléctricos de alquiler, y la parada del bus de la EMT (línea 1), así como también el bus turístico rojo de subir y bajar. (las colas en la parada del bus eran inmensas)
Una vez llegamos a la catedral, nos paramos en una terracita a tomar un refresco, para luego continuar viendo la Catedral de Palma, la entrada cuesta 7 euros e incluye la audioguía, aunque con Olivia no pudimos estar los 90 minutos que dura recorriendonos la catedral. Vimos la "Capilla Miró" y, lo siento, pero no me gustó, no me impactó, ni me impresionó, me pareció algo feo dentro de la catedral.
Luego visitamos el Palacio de la Almudaina (7 euros), y el recorrido se queda muy corto, son escasas las zonas que se pueden visitar, aun así es bonito.
Por último, decidimos callejear, perdernos por el centro histórico de Palma y fue lo mejor de nuestra visita. Yo antes de salir de crucero investigué un poco lugares qué vistar, qué comer... y dí con una pastelería tradicional, de las de toda la vida, de hecho eramos los únicos turistas, se llama "Can Joan de S´Aigo", está en la C/Sans, 10, muy escóndida, pero con el gps dimos rápido con ella. Fue una merienda fabulosa, café, ensaimada y helado.
De ahí seguimos deambulando hasta llegar a la Plaza Mayor y de allí hasta la Plaza de España. donde cogimos el Bus Nº 1 de la EMT que nos llevó de vuelta al barco.