Excusas

Llegas a tu escuela y el profesor va recogiendo los trabajos que les dejó encargado el día anterior, “¡Por dios, la tarea! ¡Lo olvidé por completo después de revisar el facebook!”. El profesor suele ser demasiado estricto y no toleraría otro día más como plazo. ¿Qué le dirías a tu maestro para que no te truene en el parcial?
Paso 1. Inventarte una excusa
Imagina algo (creíble) que pudo haber ocurrido como para que no llegase al salón de clase, las buenas excusas son cosas inesperadas que pueden ocurrir. Evita decir la palabra “olvidar” ya que todo maestro ha recibido tantas veces la misma excusa que lo interpretan distinto:
Alumno: “profe, olvidé las impresiones en casa… es que bla bla bla… (más rollo mareador)”
Lo que piensa tu maestro: “Ajá.. ajá… ajá… No la hizo”.
Paso 2. No hacer esto rutinario
Las excusas no sirven para uso diario, así que mejor haz tus trabajos cada vez que puedas.
Paso 3. Hagas lo que hagas no digas ninguna de las siguientes excusas estúpidas de la red (aunque suenen graciosas xD):
1. Mi pez se la comió.
2. Mi caballo se la comió.
3. Mi teclado se partió en dos.
4. Un león la tomó.
5. La dejé mucho tiempo bajo el sol y la tinta se borró.
6. El perro le tiró un pastel encima.
7. Accidentalmente cayó en la chimenea.
8. La puse en el refrigerador para que me acordara de ella cuando sacara la leche para mi cereal, pero desayuné pan tostado.
9. Estuve en un choque.
10. La policía se la llevó.
11. Iba caminando por el parque y una abeja me picó. Corrí para ponerme a salvo y tiré la tarea.
12. Se me cayó al río y se la llevó la corriente.