El Guirria de San Juan de Beleño en plena faena.
Foto de Juanjo Arrojo, para Turismo Asturias.
Desde su agujero invernal —lleva en él desde hace semanas, puede que meses—, Nostra me manda un ‘gusarapo’ (el nombre es suyo), con el título que ahí arriba figura y el siguiente texto: «Para ser principios de año no está mal que la prensa toda coincida en subrayar una palabra que parece el nombre de un profeta. Incluso El Guirria asturiano parece estar de acuerdo». He podido saber, tras alguna pesquisa, que el susodicho Guirria es una especie de trasgo carnavalesco, con ciertas tendencias marcadamente rijosas, que se pasea por las calles del San Juan de Beleño, en el concejo de Ponga. Junto a él, otros personajes a caballo van pidiendo el aguinaldo, en lo que puede considerarse una mascarada con reminiscencias de rito de paso y una forma divertida de comenzar el año. Lo que no he podido explicarme es por qué Nostra lo trae a colación. Sin descartar segundas intenciones, me inclino por pensar que es pura serendipia.
(LUN, 512 ~ «La cosas de Nostra»)