Más que embadurnarse en cremas y más cremas, uno de los pasos básicos para mantener la belleza del rostro (femenino y masculino) consiste en su limpieza.
Al exfoliar la piel, promovemos la regeneración de células nuevas, activamos la circulación, suavizamos la piel, la fortalecemos, la proveemos de elasticidad, la ayudamos a regenerarse más rápido, eliminando las células muertas y las impurezas que obstruyen los poros, evitando la aparición de puntos negros y granitos, obteniendo así una piel más bella y radiante.
Mi propuesta para hoy son unos exfoliantes faciales caseros hechos a base de productos naturales. Los exfoliantes suelen estar compuestos por pequeños gránulos, que mediante su aplicación mediante suaves masajes sobre la piel, ayudan a eliminar las células muertas.
Algunos de los ingredientes más utilizados para su fabricación casera suelen ser el azúcar, avena o almendras molidas, todas ella mezcladas con miel o aceite de oliva. Veamos:Exfoliante a base de almendra, miel y aceite de oliva
Se mezcla en un recipiente cinco cucharadas gramos de almendra finamente molida, cinco cucharadas de miel de abejas y un chorrito de aceite de oliva. Se deja reposar unos minutos. Seguidamente, masajear el rostro con la pasta resultante, insistiendo en la zona T, (frente, barbilla y nariz), durante unos minutos. Enjuagar bien con agua tibia. Si deseáis, podéis sustituir la almendra molida por harina de avena.
Exfoliante a base de azúcar, aceite y limónSe mezclan tres cucharadas de azúcar moreno y dos cucharadas de aceite de oliva, después se añade un chorrito de zumo de limón. Remover bien y aplicar masajeando suavemente el rostro, insistiendo en la zona T (frente, barbilla y nariz), durante unos minutos. Enjuagar bien con agua tibia.
Exfoliante a base de yogur y sal marina
Este exfoliante es ideal para pieles grasas. En un recipiente, se colocan tres cucharadas de yogur natural, sin azúcar ni sabores y se añade una cucharada y media de sal marina. Se mezcla todo bien y se aplica en el rostro mediante suaves masajes circulares, como en los demás casos, insistiendo en la zona T. Se deja en el rostro durante cinco minutos y se retira con agua tibia.
Después de la exfoliación que hayáis elegido, debéis tonificar e hidratar la piel, aunque de vez en cuando, podéis dejar respirar la piel, sin necesidad de hidratarla. Los ingredientes de los exfoliantes naturales ya le han aportado la suficiente nutrición para esa noche.
¿Y vosotros? ¿Tenéis alguna receta de exfoliante casero? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!
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