La exfoliación consiste en eliminar las capas de células más superficiales de la piel. También se le llama peeling.
Con este tratamiento conseguimos:
- Eliminar células muertas.
- Eliminar impurezas y suciedad.
- Activar la micro circulación de la piel, con lo que mejoramos la oxigenación, y la llegada de nutrientes.
- Evitamos que el vello se enquiste.
- La piel adquiere un aspecto más suave y luminoso.
- Mejoramos la regulación de sebo en una piel grasa.
- Los tratamientos posteriores penetran mejor.
Tipos de peeling
Los peeling físicos contienen partículas solidas de un tamaño entre 100 y 1000 micras.
Es aconsejable que tengan una dureza media ,y que no presenten aristas, para evitar la irritación cutánea.
Estas partículas pueden ser de origen vegetal, animal, mineral o sintético.
Algunos ejemplos lo encontramos en polvo de hueso de albaricoque, polvo de cascara de almendra o nuez, cascara de crustáceos, arcillas, sílice, talco, caolín etc.
La formulación de un buen exfoliante exige que estas partículas se suspendan en el excipiente, que ha de tener la viscosidad correcta, evitando así que sedimenten.
Los hay en forma de emulsión o en forma de gel. Si la emulsión contiene tensioactivos espumosos se denomina entonces “scrub”.
En ocasiones encontramos además un exfoliante con más propiedades, según como se ha formulado.
Así, a veces, incorporan sustancias calmantes para restablecer el equilibrio de la piel irritada, agentes emolientes y activos hidratantes, para además humectar, etc.
La sensación final siempre será una piel más limpia y sana.
Los peeling químicos, sin embargo, incorporan sustancias activas capaces de remover la capa cornea de la piel. Nos podemos encontrar aquí, alfa hidroxiácidos como el acido láctico, cítrico o tartárico.
Estos actúan sobre la cohesividad de los corneocitos en las capas más internas de la piel, adelgazando el estrato corneo y mejorando la flexibilidad.
También es muy interesante la acción de la papaína como exfoliante enzimático, capaz de digerir la queratina de las células muertas y provocando una renovación celular interesante.
Frecuencia de aplicación Dependerá del tipo de piel.
Es recomendable desde una vez a la semana para pieles grasas o normales, hasta una vez cada quince días si se trata de pieles secas y sensibles.
Los días previos a una depilación también son excelentes para una exfoliación corporal. Así conseguimos que el vello no se enquiste y que la depilación sea más eficaz.
Modo de aplicar un exfoliante La piel limpia se ha de humedecer ligeramente con agua tibia.
Nunca se hará una exfoliación con la piel seca. Con esto conseguimos que las partículas que exfolian ,se deslicen fácilmente sin provocar irritación cutánea.
Se realizara un suave masaje sobre la piel mediante movimientos circulares y sin excesiva presión.
Se evitara el contorno de los ojos.
Las zonas en las que se debe insistir son la frente, nariz y mentón, ya que son zonas en las que se acumulan más impurezas cutáneas.
Es aconsejable utilizar un exfoliante facial para el rostro y otro corporal si nuestra intención es exfoliar piernas y brazos.
Por último aclarar con agua tibia y tonificar.
La piel queda así preparada para un tratamiento específico posterior.
Exfoliantes y autobronceadores Actualmente ,son muy usadas las cremas autobronceadoras para conseguir un bonito tono de piel, sin necesidad de tomar el sol.
Las formulas han mejorado mucho, de modo que el tono que provocan es muy natural, alejado de aquellos naranjas que producían los primeros cosméticos autobronceadores comercializados.
Son formulas de acción rápida, que permiten ver enseguida el efecto y fácilmente extensibles.
Hay presentaciones en forma de emulsiones, cremas, spray y también en forma de toallitas.
Ahora bien, si quieres que el resultado sea bueno, deberás primero realizar una exfoliación, y una semana antes lo ideal es también preparar el rostro mediante una mascarilla purificante.
Si te aplicas el autobronceador en el cuerpo, insiste en la exfoliación de codos y rodillas, extiende bien en estas zonas con pliegues, pues allí tendera el producto a acumularse.
Si el color que sube es demasiado débil, puedes repetir la aplicación del autobronceador en las cuatro o cinco horas siguiente.
Si el color es demasiado fuerte, hay que esperar a la descamación natural de la piel, para que se reduzca, o acelerar el proceso mediante una exfoliación.
Si tienes alguna duda ,ya sabes, no te la guardes. Te dejo el e-mail arriba.
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