Durante la celebración del Día de la Victoria en Rusia, Putin viajó a Crimea por primera vez desde la anexión. (REUTER)
El poder nunca se rinde, el poder es obsceno hasta para demostrarlo por sus líderes ¿líderes? en posesión de la soberbia despiadada y absurda de estos mequetrefes que un día resbalaron y entraron de lleno en la olla impúdica del poder soberbio."Estoy seguro de que 2014 pasará a la historia de Sebastopol y de nuestro país como el año en que los pueblos que viven aquí determinaron con firmeza estar con Rusia" Así con esta contundencia se expresó Putin.
Además de elegir una fecha significativa como el aniversario de la II Guerra Mundial, eligió este sitio para presidir un desfile militar sin precedentes en esta ciudad, Sebastopol sede de la flota rusa del Mar Negro.
Fijaros bien: "2014 marca la historia rusa". Naturalmente la soberbia del poder, digo que es obscena, pues el mandatario ruso no olvidemos que se crió en una olla muy especial:la KGB.Sebastopol, fundada el el siglo XVIII por la emperatriz Catalina, Nikita Jruschov transfirió de la jurisdicción de Rusia a la de Ucrania en 1954.
Ahora desde que en pocas semanas han desaparecido los símbolo de Ucrania desde las banderas al tridente, esto es una verdadera exhibición del poder de Vladimir Putin, el nuevo zar de Rusia sin duda alguna marcando historia para los anales de la misma.
Putin no sólo desplegó todo su poder en Sebastopol; para que conste en la historia también antes de volar hacia Crimea, dejó constancia de su zarismo presidiendo el desfile militar en Moscú.
Vemos un dictador como la copa de un pino, dejando claro quien reina en las antiguas Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Y mientras esto sucede con este boato de poderío desplegado, en la Unión Europea se reabre una cuestión que no es baladí, y es que a los que integramos la UE nos debe de preocupar como los los límites de fronteras de la UE. ¿Cuáles son los límites de Europa? ¿Qué está haciendo la UE?
Estamos a merced de Putin, eso sin lugar a dudas, tenemos a las claras una exhibición de poder.