Revista Comunicación

Exile: a veces es mejor dejar atrás el pasado

Publicado el 19 abril 2013 por Wolfgang22

Emitida durante tres noches consecutivas a principios del año 2011, Exile es un gran drama de la BBC que, una vez más, demuestra el tipo de ficción de alta calidad que se realiza en las tierras de Shakespeare.

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Exile cuenta la historia de Tom Ronstadt (John Simm), un periodista treintañero cuya vida y carrera profesional están por el suelo: acaba de ser despedido de su trabajo por mantener un affair con la esposa de su jefe y tiene problemas con las drogas. Sin nada que hacer ahora en Londres, Tom decide volver a su hogar, el mismo que abandonó 18 años atrás luego de que su padre (Jim Broadbent), también periodista, lo golpeara brutalmente tras descubrirlo revisando viejos archivos suyos. Tom necesita resolver toda la miseria y angustia que siente en su vida y cree que su padre, y ese hecho traumático de su pasado en particular, son la clave de la cuestión. Sin embargo, las cosas no resultan como esperaba, porque cuando llega a su pueblo se encuentra con que su padre sufre de Alzheimer desde hace años y no puede ayudarlo en nada… ¿o sí?

Exile es un muy buen thriller psicológico que se sostiene gracias su argumento tan interesante como impredecible y gracias a las excelentes actuaciones de todo el elenco, pero particularmente las de dos actores ingleses de gran talento como Broadbent y Simm. El guión es inteligente, tiene buen ritmo, y mantiene la intriga a lo largo de tres episodios de una hora de duración cada uno. De hecho, debo admitir que cuando empecé a ver la serie pensé que toda la historia iba

Exile
a girar en torno a una mera relación padre-hijo bastante sentimental, pero me encontré con mucho más que eso porque, si bien hay angustia, no se presta para la lágrima fácil y resulta muy creíble. Por supuesto, no es de extrañar que la historia sea tan consistente, dramática y tenga tanta fuerza si se tiene en cuenta que su creador es Paul Abbott, reconocido guionista de  otras series inglesas como Touching EvilClocking OffShameless y la excelente miniserie State of Play donde, oh casualidad, John Simm también le daba vida a un periodista.

Con respecto a las actuaciones, como ocurre normalmente en las series inglesas, el elenco en general es muy bueno y está a la altura de cada uno de los personajes pero, como ya mencioné antes, acá son John Simm y Jim Broadbent los que se llevan los laureles y, un poco en menor medida, Olivia Colman como la hermana de Tom. Broadbent logra una interpretación excelente de un hombre con Alzheimer y, sobre todo a través de sus ojos, logra transmitir un sentimiento muy fuerte tanto de tristeza como de ya casi no ser la misma persona que alguna supo ser. Simm, por otro lado, interpreta a un personaje atormentado y transmite cierta tristeza pero, sobre todo, bronca, gracias a sus expresiones y su tono de voz; en mi opinión, éste es uno de los mejores papeles dramáticos de su carrera. Y si ya individualmente ambos son geniales, cada vez que les tocó compartir escenas en pantalla obviamente saltaron chispas.

Exile es decididamente una serie muy recomendable para todo aquel que guste de dramas intensos, con un muy buen guión e interpretaciones más que a la altura de las circunstancias. Aparte, fiel al estilo de las series inglesas, es muy cortita, pero consistente. Vale la pena verla.

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Reseña publicada originalmente en el blog TeleObjetivo.


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