Yo creo que si. Quien opine lo contrario basta que se dé una vuelta por las calles de nuestro país. Sólo nos faltan dos detonantes: uno material, que es que la banca, el sector inmobiliario y las administraciones públicas se estabilicen; y otro psicológico, que empecemos a creernos que podemos salir y los empresarios empiecen a invertir y contratar de nuevo.
¿Es eso muy difícil? Sin duda lo es. Pero confiemos que no estemos tan lejos.