Revista Opinión

¿existe La Ideología De Centro?

Publicado el 25 noviembre 2018 por Carlosgu82

Pensemos por un momento en un barrio de Estados Unidos, me da igual la zona. ¿Ya? ¿Qué se os viene a la cabeza?

Os diré lo que se me viene a mí:

Una urbanización de casitas blancas impecablemente alineadas, con un porche cada una y donde se respira tranquilidad. Pero, ¿qué encontramos en el porche? seguro que la mayoría de vosotros ha imaginado una bandera, bien colgada de una ventana, bien puesta de pie sobre un mástil en el césped. Es una imagen que se nos ha vendido desde el cine o la televisión, la tenemos interiorizada completamente y no es por ningún tipo de complot ni estrategia de marketing norteamericana sino porque es la pura realidad.

¿Se nos ocurre que esto pueda ocurrir en un país como España? Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos alrededor del derecho de autodeterminación de Cataluña sí estamos viendo cada vez más ese despliegue de banderas pero antes era algo impensable. No obstante, el sentimiento sigue sin ser comparable al de Estados Unidos puesto que la identificación y el vínculo entre el Estado y el individuo toman trayectorias distintas. Por ejemplo: En España no es lo habitual que los ciudadanos pongan en las puertas de sus casas a qué partido político votan, en Estados Unidos sí. Existe un aura de secretismo en torno a no ser juzgados. En política esto se conoce como Espiral del Silencio. Un ejemplo claro de esto es que Donald Trump ganase las elecciones de 2016 cuando nadie decía abiertamente que lo fuese a votar.

Cuando a un español se le hace la mítica pregunta: “¿Del 1 al 10, ¿dónde se situaría ideológicamente si entendemos que el o es extrema izquierda y el 10 extrema derecha?” el ciudadanos va a contestar, la mayoría de las veces, en el 5.

Y esta es una conducta muy compartida, siempre tendemos al centro porque entendemos que nadie nos va a juzgar si no decimos ni sí ni no. Igual que si nos preguntan si nos va bien, nos va mal o nos va “ni bien ni mal” siempre vamos a contestar esto último, porque es lo más fácil.

Pero, ¿cuándo digo que soy de centro, soy realmente de centro, o lo que ocurre es que no quiero que me juzguen?

Para entender todo esto es necesario introducir un nuevo término: el biconceptualismo. La Ciencia Política sostiene que los individuos no pueden ser totalmente de extrema izquierda o de extrema derecha sino que dependiendo del contexto histórico y personal, nuestras preferencias ideológicas se irán moviendo por la escala. Esto no quiere decir, por supuesto, que alguien pueda ser hoy de izquierdas y mañana de derechas, sino que nuestras preferencias cambian en mayor o menor medida. No obstante, las personas siempre tendemos más a un lado o a otro en función de una serie de variables que no voy a entrar a catalogar ahora, pero esto no significa que exista el centro puesto que es un concepto vacío.

Muchos teóricos sostienen que el centro es una forma de catalogarse que tienen los votantes de derechas porque España tiene una tradición histórica que hace que sean los más juzgados y con la necesidad, no de esconderse, pero sí de no manifestar abiertamente su ideología si no es preciso.


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