La isla Socotra, ubicada al noroeste del Océano Índico en la República africana de Yemen, forma parte del archipiélago que porta el mismo nombre. Su biodiversidad llamó la atención de la Unesco que rápidamente la incluyó en su lista como Patrimonio de la Humanidad.
Completamente aislada geológicamente durante miles de años, gracias a los 250 kilómetros que la separan de la costa, funcionó como vivero para 825 especies de flora de las cuales aproximadamente un tercio sólo se encuentran en la isla. También posee especímenes únicos y endémicos de reptiles, caracoles terrestres y pájaros.
A causa de su riqueza y diversidad en cuanto a flora y fauna se refiere, se ganó apodos como “la Galápagos del Índico”, “la joya del Mar Arábigo” y “el lugar de aspecto más alienígena sobre la tierra”.
Sus condiciones climáticas de extremo calor y sequía, en combinación con el aislamiento, dieron lugar a ejemplares singulares como el árbol en forma de sombrilla (Dracaena cinnabari) que se puede apreciar en la foto de portada perteneciente a Rod Waddington. También conocido como el árbol de “sangre de dragón” debido al color rojo de su sabia, es uno de las especies más representativas de la isla.
Se encuentra habitada por 50 mil personas originarias de la península arábiga, Somalia e India que se dedican en su mayoría a la agricultura, la pesca y la ganadería. La mayoría viven sin electricidad, agua corriente, carreteras pavimentadas o infraestructura de ningún tipo.
Sus aguas cristalinas y rebosantes de corales, que se pueden apreciar en la foto de HopeHill, se encuentran casi vírgenes del abuso de la mano del hombre. Socotra es, sin dudas, un lugar de asombrosa y única belleza que desconcierta a quien la visita.
Información para visitar la isla
El turismo en la zona no es recomendado por organismos oficiales dado las continuas amenazas terroristas en la república de Yemen. El nivel alto nivel de inseguridad convierte, la zona, en un área no frecuentada por turistas. Socotra tampoco facilita la visita, dado que no posee un sistema de transporte público entre las ciudades que abarca, si bien existe la posibilidad de alquilar coche. Estos hechos vuelven dificultosa la visita pero también más interesante ya que gracias a ello la isla sigue manteniendo el título de paraíso perdido.
La foto de portada pertenece a Nacho Benvenuty