Empezaremos diciendo que si bien hay algunos ejercicios considerados como los “reyes” de cada grupo muscular :
- PECTORAL – Press de banca
- PIERNA – Sentadillla
- DORSAL – Dominadas
- DELTOIDES – Press militar de pie
- ….
En realidad, es imposible enunciar un ejercicio como el “mejor” sin aportar matices a esa palabra. Cada persona reaccionaremos de un modo distinto ante un mismo estímulo o en este caso ante un mismo ejercicio.
Por ejemplo yo siento que el pectoral me va a explotar cada vez que trabajo la parte superior con la barra en el banco inclinado, si bien tengo clientes y amigos que ni se inmutan con este ejercicio, o mejor dicho, no consiguen aislarlo como deberían.
Por tanto no debemos de asumir que un ejercicio es el mejor porque lo recomendemos en un artículo o porque a mi amigo Juanito le vaya genial. Aunque en realidad sea un ejercicio perfecto, solo lo será en el momento en que nosotros sintamos su trabajo de forma focalizada. Si nos encontramos con ejercicios que no nos hacen sentir nada, lo mejor que podemos hacer es pasar a otra cosa e intentar ejecutarlo en un futuro.
¿Por qué se suele sugerir el trabajo con movimientos compuestos?
Es habitual que los monitores sugieran movimientos compuestos estándar para cada parte del cuerpo:
Los movimientos compuestos son aquellos que implican más de un grupo muscular (básicamente los que enunciamos al principio del articulo)
Estos ejercicios son los que proporcionan mayor trabajo muscular y son los mejores para desarrollar la fuerza funcional. El problema es que a veces se tarda semanas e incluso meses (depende de la persona), en dominar las técnicas de forma correcta y en sentir el trabajo en los músculos implicados.
Se necesita tiempo para construir el enlace mente-músculo
Los ejercicios compuestos son los mejores, sin embargo como hemos dicho, hay veces que la conexión mente-músculo se hace de rogar y hay gente que tiene la sensación de que su entrenamiento no está siendo el correcto. En este caso, debemos de focalizarnos en entrenar ejercicios de aislamiento que nos hagan sentir bien.
Da prioridad a los ejercicios que sientes
Mi primer año de entrenamiento me dediqué a trabajar el press militar para hombro de pie, ya que me dijeron que era el mejor ejercicio para desarrollar el hombro. Hoy 14 años después doy fe que si no es el mejor, es uno de los mejores, eso sí, durante ese año, no llegue a sentir la congestión que se supone debía de sentir.
Al cabo de un año y al empezar a instruirme en todo lo relacionado con los hierros, sustituí el press de pie con barra, por el press sentado con mancuernas…y ese fue el primer día que empecé a sentir autentica congestión en el deltoides.
Esa técnica la apliqué al resto de grupos musculares, de hecho, empecé a probar todo tipo de movimientos y sólo me quedaba con los que realmente me funcionaban.
Aprendí a guiarme por mi cuerpo, yo lo llamaba “entrenamiento de instinto”, dejaba que mi cuerpo me guiará, no dejaba que nadie me dijera lo que a MI me debía de funcionar.
Un ejercicio que no se siente ahora puede sentirse en un futuro
Es posible que en este momento odiemos el press inclinado con barra, pero dentro de unos meses, puede ser nuestro ejercicio favorito. Cuando una rutina nos funciona, no significa que ya no debemos cambiarla, significa que una vez la asimilemos debemos de buscar alternativas para modificar esos ejercicios.
Un buen método para cambiar los entrenamientos es hacerlo cada 60 días, el tiempo suficiente para sorprender al músculo, sin dejar que asimile los ejercicios.
Nuestra sugerencia
Comenta con tu monitor las sensaciones que te transmiten los ejercicios y elige los que más se adaptan a ti.
Por ejemplo si tu rutina se compone de 8 ejercicios, al menos 5 de ellos deben de hacerte sentir el trabajo, los otros tres, lo harán con el tiempo.
Ten paciencia y concéntrate en ejecutarlos de forma correcta, los resultados no tardarán en hacerse visibles.
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