Qué lejos estoy
esperando tu arrepentimiento.
Ritmos que buscan alinear nuestros cuerpos
en ciudades diferentes.
Es el otoño de octubre
y mis latidos se esparcen en el paisaje
consciente del momento.
Triste y solitaria exhalo el aire frío
de esta madrugada donde los árboles
son testigos de todos los errores.
Crujen las hojas a mi paso, ya amarillentas
desdoblando el camino,
un camino que aguarda mi regreso
para volver a encontrarme.