Para añadir un matiz más al tema de los últimos post de este blog, sobre la difícil o imposible compatibilidad de la existencia con la esencia de izquierdas, ésta que subscribe se ha visto obligada a cambiar de identidad. La persona que antes administraba este blog ha pasado a dedicarse full-time a hacer cosas de ésas que permiten pagar las facturas, y ha dejado a esta otra alter ego que se ocupe de sus temas activistas en las redes sociales. Esta misma personalidad será la que en breve (espero no ser demasiado optimista al respecto) pueda abrir otra bitácora en una plataforma más profesional para ofrecer nuevos contenidos, sin dejar de lado los viejos, claro está.
En resumen: no me he vuelto loca, aunque parezca estar aquejada de personalidad múltiple. Al contrario, tal vez haya recobrado la cordura. La idea de mantener mi identidad secreta en mis actividades revolucionarias on line había pasado por mi mente en múltiples ocasiones, pero me resistía a tener que abjurar, aunque fuera fingidamente, de unas ideas de las que me siento tan orgullosa, como si fueran una vergüenza. Sin embargo, necesidad obliga y creo que he tomado una buena decisión.
Y después de esta explicación que creía necesaria, os dejo para reencontrame conmigo misma y trabajar un poquito. Un saludo a tod@s.