Un buen amigo mio del que a menudo hablo en este blog y que esty seguro que aparecerá por aquí porque no anda lejos, me recomendó a Cronenberg. Que aun siendo un director con títulos bastante conocidos y asequibles, creanse que no me había adentrado yo demasiado en sus trabajos, este va a servir de punto de partida para que en distintas ocasiones vayan entrando más de sus trabajos en este humilde blog. O me pregunten porque elegí este y no otro, probablemente circunstancias personales, pero no le den mayor importancia.
Decir que no estamos ante una de las obras cumbres de este director, ni muchisimo menos, si que se puede afirmar que la idea de la historia es bastante original. Esa especie de bioconsolas que se conectan al propio cuerpo humano para que no solo seamos capaces de disfrutar del juego, sino que lo hagamos siendo nosotros mismos los protagonistas, es algo muy atractivo. No piensen que por otro lado es una idea descabellada cuanto "loco" se instalaría un biopuerto si cualquier compañía diseñadora de videojuegos les garantizarán emociones jamás vividas, ¿a que si Des?
El problema es que de aquí en adelante las cosas no funcionan tan bien en la película, por empezar por algún sitio decir que el personaje de Allegra Geller (Jennifer Jason Leigh) no tiene ninguna sustancia y la principal culpable es la que le interpreta. Otra cosa sería Pikul (Jude Law) que hace un trabajo más salvable. El caso es que durante el transcurso de la acción no tenemos ningún momento la sensación de persecución y huida que ambos quieren hacernos creer, esto es un fallo grave por parte de la dirección por supuesto.
Lo que es la película en si camina practicamente por los derroteros de la serie B, lo que no es decir nada peyorativo hacia ella, pero si que hemos visto ejemplos encuadrados en este tipo de género que son auténticas obras maestras. Parece una producción hecha de forma precipitada, y rápidamente, aun así entretiene, incluso transmitiéndonos poco y creándonos unas expectativas, que sintiéndolo mucho no se ven cumplidas al final del trabajo.
Casi al final uno de los personajes da una clara explicación de como le ha resultado jugar a eXistenZ, es como si le sirviera a Cronemberg de excusa a lo que ha ofrecido al espectador. Es más, es como si de alguna manera nos insinuara que ha estado jugando con nosotros, algo que no me importa, pero si en el juego no me consideran tonto. Porque señoras y señores, después de seguir desde el principio la realización nos vemos abocados a un final que todo el mundo se espera o al menos para un servidor fue muy obvio.
TRONCHA