Menos de 2 semanas después han desaparecido… TODOS.
La idea era recuperar la idea del diseño original de 1914, según el cuál los anaqueles que hay al lado de los bancos que representan las provincias, servirían para albergar libros que estarían a disposición del público.
Así la plaza se convertiría en una blbioteca al aire libre y en un punto de encuentro cultural de la ciudad.
Foto: EFE, vía teinteresa.es
100 años después, finalmente, y por inciativa de la Editorial Punto Rojo, esos anaqueles iban a dejar de estar vacíos y servir para lo que fueron concebidos: que estuvieran llenos de libros y que quien quisiera pudiera disfrutar de su lectura libremente.
Dos semanas después ha desaparecido todos.
Dice César Rufino en su artículo el elcorreoweb.es que se veía venir.
Y añade:
"Si se puede considerar como fomento de la lectura el que los paisanos se enfunden una novela bajo la axila y salgan pitando con ella rumbo a su casa silbando… el resultado de la operación no admite otro calificativo que el de éxito rotundo.
Pero si lo que se pretendía era dejar una biblioteca al aire libre para el solaz de los visitantes y las generaciones venideras, el diagnóstico se hace algo más difícil de comunicar al paciente, que es, precisamente, la Sevilla interesada por la cultura.
Aunque hay una forma optimista de decirlo: bastante que han durado".De nada ha servido la confianza del editor en la honradez de los sevillanos; ni su llamamiento a instituciones y particulares para que contribuyeran a ampliar los fondos de tan particular biblioteca.
Poco sospechaba Aníbal González, el arquitecto, este desenlace, él "que soñaba con ver esas baldas rebosantes de obras literarias, en el contexto de una sociedad civilizada capaz de tomar un libro, leerlo y volver a dejarlo donde estaba".
Pues no ha sido así. Y de la biblioteca al aire libre solo ha quedado el aire libre. Muy español
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Fuente: Ni un solo libro en la Plaza de España.