La prueba proponía dos distancias: una maratón alpina de 47 kilómetros para los más duros, y una media maratón de 22 kilómetros para los más "populares". Cada cual con su recorrido concreto, salvo al final, donde ambas pruebas se cruzarían para llegar juntas a la meta.
A las 8 de la mañana, dió comienzo la prueba maratoniana. Los ánimos estaban a flor de piel. Los corredores salieron emocionados a comerse la montaña desde el club hípico de Córdoba. Entre la marabunta: Gemma Arenas y Jose María Espina, ganadores de su modalidad por sexo en esta segunda edición con sendos tiempos de 5:01:42 y 4:31:40.
De la maratón podemos contaros que los corredores llegaban a meta "flipando". Muchos de ellos con cara de gran cansancio pero muy enteros. La mayoría de los maratonianos que nos pasaron en el último tramo, aún tenían fuerzas para ir corriendo a ritmos elevados.
Por nuestra parte, llegamos desde Sevilla y una vez aparcados en una zona enorme habilitada para tal fin, nos dirigimos al corazón del club hípico para recoger los dorsales. La localización era magnífica. Junto a la zona de recogida de dorsales, se situaban los baños del club y una cafetería donde podías disfrutar de un agradable desayuno.
La bolsa del corredor más que correcta. Una camiseta de muy buena calidad (marca 42K) con motivos de la prueba, un mensaje motivacional en la espalda y de color negro (por fin una camiseta que no es del "típico color de siempre"). Una vez firmado el acuerdo de seguridad del evento, recogida la bolsa del corredor y desayunado, nos dirigimos al arco de salida.
Eran las 8:45 y el amanecer nos había pillado regalándonos las primeras imágenes nítidas de las montañas. Esos últimos minutos los dedicamos a grabar los alrededores, a saludar a Conchi (organizadora del evento y gran persona) y a disfrutar del DJ que habían contratado tanto para los avisos pertinentes como para poner música fiestera.
La gente se lo estaba pasando genial. Entre saltos, manos arriba y cuenta atrás, dió comienzo la media maratón. La naturaleza no se hizo de rogar. Un pequeño giro a las instalaciones del club y así, de lleno, nos metimos en plena serranía, en pleno campo. Comenzamos la subida.
Del recorrido se puede hablar muchísimo aunque no pretendo extenderme. A grandes rasgos es una carrera donde prima la buena forma física y la capacidad de asumir los desniveles. Durante toda la carrera estuvimos subiendo tramos prolongados con un "positivo" llamativo, y bajando por unos "negativos" que en algunas ocasiones, requerían ir despacito.
Destacar el grandísimo trabajo de balizamiento que llevaron a cabo. No había razón alguna para perderse. Tal y como le comenté a Marta os lo digo a vosotros: el que se perdiese, es porque era muy torpe porque las balizas no daban pie a desorientarte. Magnífica labor.
Respecto a los avituallamientos, pienso que estuvieron bien colocados a lo largo del recorrido y que no hacen falta ni más ni menos. Hubo zona de avituallaje en los kilómetros: 6, 11 y 17 creo recordar. En todos los casos tanto la calidad como la cantidad era indiscutible: agua, isotónica, refresco, plátanos, naranjas, frutos secos y voluntarios pendientes de "cómo ibas".
En los cruces y en las zonas más difíciles, también tuvieron el detalle de poner a varios voluntarios para echar un cable. Fue el caso de algunas cuestas que estaban más verticales que horizontales y con tierra resbaladiza, o en algunos cruces donde la gente podía necesitar orientarse (pese a que estaban las balizas para ello un par de metros más adelante).
A nivel personal, es una de las mejores carreras que puede hacer cualquier persona que disfrute con el trail y que le guste la montaña. Los paisajes son impresionantes. La belleza, la calma, los sonidos de los pájaros cantando que te rodean durante todo el viaje, son inigualables.
Hubo dos zonas que me gustaron de sobremanera. Por un lado, una subida de casi un kilómetro en cuyo final te girabas y podías ver que estabas "por encima de las nubes". Era como estar en el cielo, o por encima de él. Estábamos a tal altitud, que las casas se veían minusculas y apenas se podían distinguir. Por momentos así, vale la pena dejar el asfalto e irte a la montaña.
Por otro lado, hubo una zona de bajada totalmente llena de rocas bastante lisas y que encima, habían criado verdina. Ello supuso ir con mucho cuidado, despacio, pisando sin prisa puesto que el riesgo de tropezarte y de hacerte daño, era grande. Sin embargo la concentración, la adrenalina, y el contexto de realizar esta dificultad, era lo que hacía esta zona tan interesante.
El último tramo de la carrera también fue una pasada. Pudimos disfrutar del trecho compartido por maratón y media maratón, viendo cómo nos pasaban corredores/as a una velocidad pasmosa y bajando como auténticas cabras por terrenos imposibles.
Otro punto atractivo de la carrera es que muy pocas veces te quedas "solo" durante tiempos prolongados del recorrido. Ciclistas y viandantes fueron un constante ir y venir en todo el tiempo que estuvimos en la Alpargata. Todos con una sonrisa y una cordialidad pasmosa, especialmente los ciclistas que en todo momento nos animaban, nos respetaban a la hora de pasar, etc.
La llegada a meta inmejorable. Vas viendo como llegas al club hípico conforme bajas de la montaña y cuando entras en él, te toca hacer los últimos metros por el círculo de albero, saltar un par de listones de madera con estilo equino y entrar con los brazos en alto para que te echen la merecida foto. Sin dudas, una llegada original.
Cuando terminamos la carrera nos dieron el avituallamiento que necesitásemos (barra libre) y con un ticket de comida dispuesto en la bolsa del corredor, nos dirigimos a por nuestro plato de potaje, bebida y a sentarnos en una terrazita soleada habilitada para los corredores.
También habían dispuesto un servicio de fisioterapia, sobre todo para los cansados maratonistas. Respecto a las duchas, muchos corredores se volvieron a quejar de que el agua estaba muy fría y de que, por motivos técnicos, sólo habían dispuesto zonas de ducha para chicas.
Los chicos tenían que desplazarse a una zona cercana si querían ducharse, lo cual muchos desconocían y otros directamente se saltaron a la torera. Pero bueno, la organización al menos tuvo el detalle de hacer posibles duchas para todos, que ya es mucho.
Tras descansar y almorzar como Dios manda, nos despedimos de Conchi, a la cuál queremos darle públicamente las gracias por habernos invitado a correr esta prueba. De corazón, es una prueba con una organización de 10. No se os puede reprochar nada chicos.
Pillamos el coche y con un buen sabor de boca, nos volvimos para Sevilla. El año que viene es más que probable que volvamos y que, en esta ocasión (al menos yo), termine inscribiéndome y preparándome para la distancia maratón. Vale la pena.
Para terminar me gustaría hacer un par de sugerencias para próximas ediciones. En primer lugar, hay que concienciar a los corredores de que no deben tirar residuos en la naturaleza. Durante todo el recorrido vi los plásticos y los envoltorios de geles tirados por el suelo: muy mal.
En segundo lugar y para la edición de 2017, habría que considerar incluir una distancia más liviana para corredor de "nivel más bajo". Una distacia tipo 10K o parecida que, aunque parezca escasa, en montaña no lo es tanto. Del mismo modo, aumentaría la distancia de la media maratón hasta los 25K o incluso hasta los 30 kilómetros, para que la corriese gente de "nivel medio".
En tercer lugar, la meta estuvo habilitada y abierta más allá de las 15 del medio día. Pese a que nosotros mismos fuimos "fuera de tiempo", pienso que debería instaurarse un control más estricto de los tiempos de paso e incluso plantear la descalificación, en caso de estar fuera de ellos. Es una carrera para disfrutar. Pero no es una carrera que, a mi humilde opinión, debieran realizar personas que no están preparadas o que no tienen la forma física acondicionada para montaña.
Por último, habría que darle mucha más difusión al evento en redes sociales o a través de medios de comunicación locales para atraer al público (sobre todo al local), mandarle correos a los clubes (supongo que esto lo habrán hecho), etc. Es una carrera "conocida" pero que tiene tantísimo potencial y que es tan
En fin, que la Alpargata Trail 2016 fue todo un éxito y una grandísima carrera a la que espero volver en el futuro. Muchísimas gracias de nuevo a la organización por darnos la oportunidad de disfrutarla y a vosotros lectores, os insto a que os apuntéis el año que viene o que déis a conocer este evento compartiendo esta entrada. Déjanos tu comentario y, hasta la próxima.