Éxitos y fracasos innovando desde la cuerda floja
Por Asier Gallastegi Fullaondo
Esa es la imagen que me viene una y otra vez en el ultimo tiempo. Las personas que mueven a las organizaciones, proyectos y personas hacia lo nuevo lo hacen mientras pelean por mantenerse en equilibrio en sus propias empresas y funciones. Hay organizaciones dónde promover innovación conlleva un desgaste que en algunos casos termina con un “divorcio” entre trabajadores y empresa.
Es una imagen alejada del glamour asociado al concepto. Escuchamos mucho sobre el brillo de la innovación y menos sobre el esfuerzo de nadar contracorriente de las iniciativas para el cambio.
En varios posts, textos y reflexiones sobre este tema, no solo en este blog obviamente, describimos el lugar que estas personas ocupan como un espacio “frontera”. El cambio no surge de las zonas de confort, lo nuevo siempre surge para responder a necesidades. ¿Pero como llegamos a situarnos en ese lugar tan lejos del calor del hogar y con un pie levantado, única manera de guardar un equilibrio tan precario?
Intento responder a esta pregunta dibujando algo parecido a una cadena de decisiones, pulsiones o casualidades que llevan a estas personas a este lugar tan “peligroso”.
Cadena de decisiones
- El trabajo es un lugar dónde también nos desarrollamos personalmente. Hacer lo que ya sabemos hacer no nos llena. Los retos, esos lugares a los que queremos llegar y para los que necesitamos poner en marcha recursos que aun no controlamos, se convierten en motor.
- Los limites entre el tiempo de ocio y el tiempo de trabajo ya son difusos. Nos permitimos llegar más tarde porque por la noche buscamos información que nos falta sobre esa nueva idea que esbozábamos al mediodía mientras comíamos con una compañera.
- Cuando elegimos una profesión, un puesto de trabajo, nos especializamos en una serie de funciones y dejamos de cultivar otras habilidades que nos eran naturales y que respondían a algún interés o pasión. Estas personas han logrado interpretar su puesto de una manera en la que pueden conectarse con estas otras pasiones.
- Encuentran información nueva en otras practicas, en otras organizaciones. Fuera también hay vida y no es solamente competencia. Van construyendo red y sinergías fuera de su organización.
- Sus tareas comienzan a tocar a otros departamentos. Piensa en clave de proyecto y no tanto desde el conjunto de tareas asignadas a su puesto. Y además tiene información , no el conocimiento pormenorizado ni técnico, sugerente sobre otras maneras de hacer, no solo en lo que le toca a ella si no también en lo que respecta a otros procesos que son parte de su proyecto.
El innovador
Total que no solo ha hecho de su función un lugar desde dónde satisfacer sus necesidades de crecimiento personal sino que además hace horas extras y a veces llega tarde, se apasiona y abruma en las reuniones, esta más fuera que dentro y empieza a decir a sus compañeros y compañeras que cosas podrían hacer mejor. Unas joyas, vamos.
Y es que estas situaciones provocan. Y a menudo dan ganas de empujar para decidir acabar con el precario equilibrio. Y entonces ya nos repartimos los papeles; uno se encontraba encima del alambre, el otro en tierra, uno provocaba y el otro se sentía provocado y entonces uno empuja y el otro cae.
¿Innovar o no innovar?
La realidad era más compleja pero hemos sacado la fotografía en este momento. Y entonces todo vuelve a repetirse para que no cambie nada. Y aquello que parecía tan rompedor y nuevo coge el lugar destinado a las víctimas y empieza revolverse, los argumentos no son tan frescos, hay cansancio, ¡ya está bien de pagar peajes! y al otro lado, en el sector que empujaba, sonrisas porque ven que aquello que profetizaban se hace carne.
Hay algunas organizaciones excepcionales pero también allí se dan algunos movimientos buscando el equilibrio, conservar lo que existe -benditas resistencias a veces-. Necesitamos controlar y a veces caemos en formalizar lo informal, medir lo que surgió de la motivación,… Otras personas tienen también que estar atentas a los grandes objetivos. hay veces que esta energía para lo nuevo no tiene lugar en las necesidades del momento.
Como conclusión
A los que tienen ganas de empujar les diría algo así como que no dejen pasar la oportunidad. Estos roces les muestran más de su actividad, de lo que podrían hacer para crecer en sus funciones, para conectar con lo que les mueve cuando sonríen.
A los de encima de la cuerda que sigan conectando con lo que les mantiene en equilibrio o mejor dicho disfrutando del desequilibrio. No es un juego de choques de carneros, en este baile la fuerza de lo que parece resistencia nos ayuda a avanzar. Corremos el peligro de mover los brazos para que parezca que algo ocurre sin que nada cambie.
Escrito por: Asier Gallastegi Korapilatzen
Fecha: 9 de diciembre 2011
Licencia: Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported.
-----------------
Asier Gallastegi Fullaondo
Consultor sistémico, formador y coach. Acompaña procesos personales, organizacionales y de equipos. Formado como Educador Social, Psicoterapeuta familiar y experto en intervenciones sistémicas. Supervisor/coach y desarrollo organizacional. Practitioner en PNL y Constelaciones Organizacionales. Especializado en el trabajo desde de la perspectiva sistémica en el mundo de la gerencia, la acción social y comunitaria, los procesos de innovación y el uso de nuevas tecnologías. También Profesor en la Universidad de Deusto.
https://www.linkedin.com/in/asiergallastegi/
https://twitter.com/asiergallastegi
Fuente: KORAPILATZEN, Consultoría, formación y coaching Aholkularitza, prestakuntza eta coaching.
Imagen: http://www.flickr.com/photos/ncindc/3229050640/
Del mismo autor: Asier Gallastegi
- - Desarrollo Organizacional: Principio, futuro emergente y propósito evolutivo
- - 9 claves de los comportamientos dentro de una organización en red