Revista Opinión

Éxodo y muerte

Publicado el 02 noviembre 2019 por Carlosgu82

» Tijuana es la esquina donde rebotan los sueños de un país necesitado de paz »

 
El fenómeno migratorio es un tema que se vive en todos los países del mundo, esta situación varía dependiendo de la región, en esta ocasión abordaremos la situación actual que se vive en el norte de México,  específicamente en la ciudad de Tijuana, misma que actualmente  se ha convertido en cuna de migrantes de distintas latitudes, nacionales y extranjeros que como es bien sabido, su propósito principal es cruzar al país vecino, los Estados Unidos.

Es toda una odisea lo que viven los migrantes que llegan a México desde Centroamérica, Honduras, El salvador, Nicaragua,Guatemala, entre otros; esta situación no es nueva para México, ya que desde tiempos inmemorables México  ha sido el medio más propicio para los migrantes que intentan llegar a los Estados Unidos. Los migrantes centroamericanos tienen que trasladarse con esfuerzo desde su país de origen, se ven obligados a pasar toda una serie de obstáculos para poder llegar a su destino, esto en el mejor de los casos, ya que un alto porcentaje no culmina su trayecto, ya sea que mueran o se asienten en algún estado de los 31 que conforman a la nación de México.

El primer conflicto que enfrentan los migrantes centroamericanos  es por supuesto México, ya que tienen que recorrer el país en su totalidad para llegar a su destino, que se sitúa en la ciudad de Tijuana. La travesía comienza a bordo de los techos del famoso tren conocido como la bestia, dicho tren se localiza entre las fronteras México -Guatemala y el tren sirve de transporte para familias enteras, madres solteras, incluso menores de edad, que se vieron orillados a dejar a su familia para unirse al éxodo de ciudadanos que buscan el sueño americano, por el simple hecho de querer aspirar a una mejor vida de mayores oportunidades en el gabacho

Una vez dentro de territorio mexicano comienza  el vía crucis de los migrantes, que va de frontera sur a frontera norte, es decir, los migrantes tienen que recorrer el país de punta a punta hasta llegar a Tijuana, la frontera más visitada y vigilada del mundo. Las caravanas de migrantes se conforman de miles de  personas, de distintos países centroamericanos, desde personas trabajadoras, jóvenes estudiantes, hasta delincuentes en potencia que van dejando estragos por donde van pasando, creando una psicosis colectiva entre los ciudadanos mexicanos, mismos que exigen una respuesta urgente por parte del gobierno, para esta desesperante situación.

Homicidios , trata de blancas, prostitución, extorsión, entre otros, son algunos de los delitos a los que se enfrentan las personas en calidad de migrante, se convierten en un blanco fácil para las organizaciones delictivas de este país, empeorando sus condiciones a un trato inhumano y deplorable. Una vez instalados en la metrópoli, los migrantes se reúnen en puntos específicos para organizarse y programarse para cruzar a los Estados Unidos en la búsqueda de obtener asilo político en ese país. Sin embargo la respuesta del presidente Trump ante esta situación no fue nada favorecedora para los migrantes, incluso amenazó con cerrar sus fronteras con México debido a las revueltas suscitadas en distintos puntos fronterizos, reforzó las garitas con elementos del ejército de los Estados Unidos, mismos que tuvieron presencia en los lugares de dicho conflicto, con la orden directa del presidente de atacar en caso de ser necesario  si algún migrante intenta cruzar a su territorio.

Para este punto, la ciudad de Tijuana ya se había convertido en una escena surrealista, en donde las calles principales yacían atiborradas por un enorme tumulto de personas que se desplazaban de un lugar a otro. De inmediato autoridades locales informaron a los ciudadanos de dicho acontecimiento, la ciudadanía, organizaciones civiles y religiosas brindaron apoyo a los migrantes, ofreciéndoles albergue para su descanso, comida, agua embotellada, ropa, artículos de limpieza en general etc. La sociedad tijuanense mostró una vez más su solidaridad para con el migrante, aunque en otros puntos de la ciudad, algunos extranjeros que integraban la caravana fueron víctimas de la ola de violencia que últimamente ataca a la región, que van desde muertes violentas, trata de blancas y extorsiones.

Al parecer al gobierno mexicano se le salió de las manos este fenómeno social, ya que no se encontraba preparado para recibir a tanta gente,  en la historia migratoria en México no había acontecido un éxodo centroamericano de tal magnitud, la gran mayoría de estas caravanas llegaron y se instalaron en la ciudad de Tijuana, ocasionando revueltas y conflictos entre los mismos ciudadanos tijuanenses, mientras las autoridades municipales no pudieron controlar tantos conflictos, quedó claro que desconocían el actuar  ante esta inusitada situación.

De inmediato los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales transmitían de cerca los hechos , siendo la caravana el centro de atención a nivel mundial. El gobernador de Baja California Kiko Vega puntualizó que el tema era trascendental para la entidad y solicitó el apoyo del gobierno federal para que resolviera el tema legal de los migrantes, ya sea que fueran deportados a su lugar de origen o brindar asesoría sobre su condición legal en territorio mexicano.


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