Revista Cine
Título original: The Haunting in Connecticut 2: Ghosts of Georgia
Año: 2013
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: Tom Elkins
Guión: David Coggeshall
Música: Michael Wandmacher
Fotografía: Yaron Levy
Reparto: Chad Michael Murray, Katee Sackhoff, Abigail Spencer, Monica Acosta
Terror sin pausas.
Poco después de mudarse a su nueva casa en medio del bosque, la familia Wyrick, Lisa, Andy, la pequeña Heidi y la tía Joyce; empiezan a experimentar sucesos poco convencionales y sin explicación aparente que en un principio solo afectan a Heidi, pero que poco a poco se irán apoderando del día a día de todos los habitantes de la casa. Este hecho que les llevará a investigar el pasado del terreno y descubrir los misterios que en él se esconden.
Tom Elkins en su debut como director nos trae este intrigante y terrorífica historia basada en hechos reales acontecidos en Georgia (EEUU) aproximadamente hace veinte años. Un film con un ritmo trepidante, desde el minuto 1’ nos erizará la piel y apenas nos dejará un respiro, salvo en los momentos en que se profundiza en la historia que hay detrás de lo que sucede a la pobre familia Wyrick; y hay que reconocer el buen equilibrio entre ambos momentos (tensión-historia) pues se combina de manera excelente, y nos mantendrán ojo avizor hasta que aparezcan las primeras letras de los créditos, para asegurarnos que nada más va a ocurrir.
Otras de las virtudes de este buen film son la fotografía y la música. La primera a cargo de Yaron Levy ofrece una alta calidad, muy cuidada durante todo el film y con un toque interesante en los momentos en que nuestras protagonistas tienen las extrañas visiones que les atormentan. La segunda a cargo de Michael Wandmacher muy bien elegida y combinada con los momentos de tensión y que seguro que más de uno le hará saltar de su butaca.
Como visión un poco más negativa, y no tanto de la película, sino como post película y que podría dar para una discusión larga y tendida; cabría destacar dos ideas polémicas que quedan de fondo y que no se han tratado de la manera correcta. Una de ellas es la banalización de la esquizofrenia o más bien de la profilaxis de esta. Desde el inicio del film se insta a la protagonista a que deje sus antipsicóticos y se rinda a sus visiones. Por otro lado el tema de la esclavitud, todo el film está infectado del hedor de la pseudoculpabilidad, pero en ningún momento se muestra arrepentimiento real, y es el pobre “hombre blanco” el que más acaba sufriéndolo.
Un buen elenco principal de actores entre los que merece la pena destacar Lisa, madre abnegada que solo quiere evitar que su hija acabe sufriendo las mismas visiones que ella, interpretada por Abigail Spencer (Mad Men; Cowboys & Aliens) y la pequeña Heidi, representada por Emily Alyn Lind (J. Edgar) que nos hará sentir su miedo durante el film.
Para finalizar, recomendar este próximo estreno, ya que en pantalla grande y a oscuras gana en efectividad; que hará las delicias de los fans de los sobresaltos inesperados y de los asiduos a las historias parapsicológicas; sin olvidar que está basada en hechos reales.
Firma: Daniel Manso.