A mediados del siglo XVIII, el militar y naturalista Miguel de Santisteban realizó dos expediciones por ciudades del Virreinato de Nueva Granada en búsqueda y análisis del árbol de la quina, una planta con propiedades medicinales necesarias para erradicar las fiebres tercianas.El resultado de sus investigaciones quedó expresado en su Diario de Lima a Caracas, obra naturalista y etnográfica que fue referente de la América del sur en la época, consiguiendo la valoración de otros investigadores naturalistas de la época como Alexander von Humboldt o Celestino Mutis.
EXPEDICIONES DE LA QUINA AL PERÚ POR MIGUEL DE SANTISTEBAN |
EXPEDICIÓN EN BÚSQUEDA DE LA QUINA
A pesar de su dilatada carrera militar y administrativa, fue en el campo la ciencia de la naturaleza en el que destacó especialmente, como botánico, expedicionario y visitador urbano. Se mostró interesado en observar los detalles de la vida de los habitantes, sus costumbres, la estructura étnica y social de la población, y el medio natural que la rodea.En 1740, el virrey Pizarro le encargó una expedición a Loja y sur de Quito para estudiar las posibilidades de cultivo de la planta medicinal de laquina. La quina es una especie de árbol originario de América del sur, que se encuentra en la selva de la Amazonía peruana. Su corteza, descubierta por el científico español Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla,posee amplias propiedades medicinales.El viaje en busca del prodigioso árbol de la quina comenzó en Lima y terminó al año siguiente en Caracas. Durante la expedición, además de efectuar visitas de oficio a las administraciones de las ciudades por la que fue pasando, investigó los efectos médicos de la quina para el tratamiento de las fiebres palúdicas. El resultado de aquella expedición quedó explicado en su Diario de Lima a Caracas. Una obra fundamental en el panorama suramericano de la primera mitad del siglo XVIII.VIRREINATO DE NUEVA GRANADA Y PLANTA DE LA QUINA
En 1749, ingresó en la Real Academia de Ciencias de Paris. Desde entonces, sus exploraciones tuvieron como objetivo la búsqueda del árbol de la quina y la investigación para erradicar las terribles fiebres tercianas, así como otros recursos naturales en el Virreinato de Nueva Granada. Fue un periodo que abarcó los años 1751 y 1762.Entre 1751 y 172, Santisteban recorrió Nueva Granada en busca del apreciado árbol de la quina. Viajó a Chimbó, Alausí y Cuenca, y examinó con rigor otras especies de este vegetal. Después, se trasladó a Loja, al sur de Quito, donde se concentraba un nutrido grupo de ejemplares de esta especie arbórea.Años más tarde, colaboró y tuvo amistad con el gran naturalista gaditano JoséCelestino Mutis, quien aportó informes relevantes sobre la profesionalidad y resultados de Santisteban. Sus descubrimientos fueron muy apreciados también por el naturalista alemán Alexander von Humboldt, que trabajaba al servicio de la Monarquía española.Su labor no se limitó a los aspectos científicos, ya que elaboró un cálculo de los costes de explotación y transporte de la quina hasta los puertos marítimos más adecuados para su transporte a España. En su informe, daba por adecuadas las rutas que iban desde el puerto de Paita, en la costa peruana, a Portobelo, en Panamá, y por otro lado, desde Loja hasta Cartagena de Indias por Popayán y el río Magdalena. Además, aportó información sobre economía, paisajes, caminos y, en especial, sobre los núcleos urbanos que atravesó: Honda, Popayán, Mompós, Bogotá y Caracas.Pocos años después, en 1776, falleció Miguel de Santisteban.
DIARIO DE LIMA A CARACAS