Expediente Warren: Obligado por el demonio; Los Warren: ahora detectives.

Por Beatriz Ayllon.

Expediente Warren: Obligado por el demonio relata la investigación que llevan a cabo Ed y Lorraine Warren cuando, tras ocuparse de la violenta posesión del hijo pequeño de una familia de Connecticut, descubren que la fuerza maligna que sometió al niño pasa al cuerpo de Arne Cheyenne Johnson que, como resultado asesina a su casero. La intención de los Warren es evitar que sufra la pena de muerte porque el acto lo cometió bajo la posesió del demonio. Expediente Warren: Obligado por el demonio; Los Warren: ahora detectives. Michael Chaves (La llorona) toma el relevo del director de las dos anteriores entregas, James Wan y lo hace con una vuelta de tuerca: así como sus predecesoras se basan en hechos reales, en esta última parte, además de resolver el caso en su dimensión paranormal, los Warren se embarcan en una investigación judicial en la que ellos juegan a ser detectives con el objetivo de encontrar pruebas que demuestren Arne Cheyenne Johnson (Ruairi O'Connor) cometió el asesinato porque estaba bajo la posesión de fuerzas demoniacas. Es una novedad que se agradece pero sin embargo, se echa de menos un mayor hincapié en ese aspecto más orientado a lo legal. Se podría decir que precisamente esta leve incursión sin terminar de implicarse envuelve a la película en un pequeño caos (no porque no se pueda seguir, sino porque a veces parece que tiene los frentes abiertos y los va tocando porque no le queda otra).En cuanto al caso paranormal en sí, este mantiene el interés y quieres saber todo el rato qué va a pasar a continuación. Expediente Warren: Obligado por el demonio; Los Warren: ahora detectives. La tierna relación (rozando a veces un romanticismo pegajoso) entre Ed (Patrick Wilson) y Lorraine (Vera Farmiga) se sigue respirando en esta película. El vínculo que hay entre ellos, el amor que se profesan, la complicidad y el cuidado del uno por el otro hace, desde el principio, que nos interese lo que les pasa y es por eso que en esta entrega se masca la tensión porque tienen que enfrentarse a un problema de salud inesperado. Este elemento de incertidumbre le aporta tensión a la trama, no nos olvidemos de que están tratando con el demonio. A Ed y Lorraine ya los conoces y te interesas por ellos. En cuanto a los nuevos personajes no se termina de conectar con ellos. Quizá es porque el hecho desencadenante, el asesinato del casero, surge de un modo precipitado y de la mano de un chico al que no hemos tenido tiempo de conocer. Se intenta darle dimensión con la relación que mantiene con Debbie (Sarah Catherine Hook) pero les falta química. Expediente Warren: Obligado por el demonio; Los Warren: ahora detectives.
Impresionante la creación de esa atmósfera inquietante y amenazadora de cualquiera de las películas protagonizadas por los Warren (una de las últimas escenas incluye un artefacto visual que resulta bastante perturbador y la secuencia en la morgue es muy potente). Hay scarejumps, cómo no, pero no se abusa de ellos y tienen un punto elegante y tan personal que se perdona el uso del cliché.