Tan entretenida como mítica, la compañía sigue generando rumores y curiosidades que alimentan a la cultura pop. Las leyendas urbanas que existen alrededor de Disney, tanto el hombre como la empresa y sus personajes, han alimentado todo tipo de chismes y rumores a lo largo de décadas.
Desde las más disparatadas hasta las que se convirtieron en realidad, en el imaginario colectivo aparecen muchas que no conocen respuesta y otras que simplemente se escapan a la compensión del público. ¿Walt Disney está congelado en espera de ser revivido? ¿Han muerto personas en los juegos de Disneylandia? ¿Hay escenas eróticas escondidas en las películas animadas? Todos estos y más rumores son parte del misterio que rodea a la casa del Ratón Miguelito. A continuación, una lista de las leyendas más curiosas ó inverosímiles surgidas alrededor de la compañía de entretenimiento más grande del mundo.
Coetesia de: Youtube
El creador está congelado
El misterio sobre la muerte y funeral de Walt Disney disparó la leyenda urbana que narra que el creativo se encuentra congelado en una cápsula criogénica, en espera de que la ciencia lo reanime y lo cure del cáncer que supuestamente lo mató.
Esta leyenda es popular y persiste en la cultura americana, pero para el año en que murió Disney (1966), la tecnología criogénica todavía no se encontraba tan avanzada como para conservar un cuerpo humano.
Sin embargo, dos libros publicados en las décadas de los años ochenta y noventa (Disney’s World por Robert Mosley y Hollywood’s Dark Prince de Marc Eliot) alimentaron este y otros mitos sobre Walt Disney (aseguraban incluso que había nacido en España). La bola de nieve sobre esta historia comenzó a crecer a tal punto, que la familia Disney tuvo que salir a desmentirla y recordarle al mundo que el creador de Mickey Mouse fue cremado a los dos días de su fallecimiento y que se encuentra enterrado en el cementerio Forest Lawn Memorial Park de California, en un mausoleo familiar.
Curiosamente, el primer humano que oficialmente se sometió al congelamiento fue Dr. James Bedford… un año después de la muerte de Disney en 1967.
¿Parque del terror?
El sueño de miles de vacacionistas y un lugar que todo amante de las caricaturas debe visitar, Disneylandia alimenta año con año las sonrisas de miles de fanáticos, pero como todo parque temático, también hay ciertos riesgos, y aunque pocos y contados, algunas veces los juegos resultan mortales.
Lo cierto es que todos los accidentes de deben a la imprudencia de los asistentes, que al hacer caso omiso de las instrucciones de seguridad, se colocan a sí mismos en situaciones peligrosas, como le sucedió a Mark Maples en 1964 en la atracción Matterhorn Bobsleds, una especie de montaña rusa. Mark se quitó la correa de seguridad y se paró en el carro cuando este se encontraba en un punto alto del recorrido, cayendo y rompiéndose el cráneo.
Este ejemplo se repitió en 1966 y 1967, con accidentes mortales que involucraban a usuarios “temerarios” que se subían a rieles o trataban de saltar entre los carros, confiando que, como en las caricaturas, siempre habría un final feliz.
Demasiado animado
Aunque las películas de Disney se jactan de ser para toda la familia, ocasionalmente se han visto enredadas en escándalos subidos de tono. Una de las más famosas se dio en el Rey León, aparecen, de acuerdo a las leyendas, la palabra “SEX” dibujada en el cielo. Los estudios Disney alegan que no hay forma de demostrar que la palabra existe, y si la hay, no fue colocada allí de manera intencional, además de que en todo caso, formaría parte de una campaña para desprestigiar a la película.
Donde no hubo dudas fue en la película Bernardo y Bianca, de 1977. Durante una escena de acción, aparece durante unos segundos en una pequeña ventana de la película una escena con una mujer desnuda.
El escándalo llegó a tal punto que Disney tuvo que retirar la copias de las películas en 1999 para substituirla por una versión “limpia”. A la fecha, se desconoce quien fue el animador “travieso” que ocultó ese cuadro allí, pero se sabe que a Disney le costó retirar del mercado 3.4 millones de copias.
Via: Francisco González Rodríguez | EL INFORMADOR