Experiencias de una Personal Shopper en Barcelona

Es un placer anunciar que en BCN Cool Hunter vamos a contar con una sección semanal de Confesiones de una Personal Shopper en Barcelona gracias a la colaboración de Fabiana Finetto de BcnShopping&Image y de una sección dedicada al mundo de la Belleza con los consejos de Valery&Judy. Aquí el primer artículo de la sección confesiones de un Personal Shopper:

Nunca ha sido fácil, para mi, explicar que es un Personal Shopper. Es una respuesta que ha cambiado con los años.

Cuando empecé esta actividad en Barcelona, estamos hablando del lejano 2005, me asustaba y asombraba a la vez de cómo los directores de los grandes hoteles de la ciudad Condal escuchaban perdidos la explicación de ”Qué es un Personal Shopper”. Las tiendas casi me echaban cuando explicaba mi trabajo, y todos, siempre, me preguntaban la misma cosa “Perdona ¿Por qué tendría que llamarte para comprar unas prendas?”.

No ha sido nada fácil empezar y hacer entender a la gente, los conocimientos de colorimetría, fisonomía, make up y peluquería que se tienen que saber para aconsejar a alguien sobre estilos y formas. No siempre he tenido la paciencia de volver a explicar que lo del personal shopper es un servicio que, hoy en día, ya lo tienen casi todos los hoteles del mundo.

Afortunadamente, con los años, la publicidad y la televisión la gente se ha hecho una idea más amplia de qué es un personal shopper. Así que he empezado a encontrarme con esta pregunta: “¡Me encanta tu trabajo! ….¿y a mi, qué consejos me das? ¿Se me ve bien?”.

¿Cómo se puede juzgar la imagen personal de alguien si no se conoce esa persona? Me pregunto si de verdad quieren saberlo o quieren sólo que le diga lo que quieren escuchar. Detrás de cada persona hay un mundo y esto lo he aprendido desde que hago el análisis del armario. Ver las casas de la gente, cómo viven, lo que les gusta. Un sofá es la mejor manera de saber si estás en casa de una persona feliz, alegre o perezosa.

Es difícil y emocionante a la vez entrar en la vida de una persona, ser invitados con tanta confianza. Es un poco como ser un astronauta, a menudo siento que me muevo como sin gravedad. Para el cliente me transformo en su abogado incasable, en su mejor aliado, escucho sus secretos más escondidos y me transformo en su mejor amigo, el mas honesto y sincero. Sí, porque ante todo, un personal shopper siempre te dirá lo que es mejor para ti. Siempre te dirá lo que te queda bien o mal según tus formas, tu edad y tu vida privada o profesional. Nunca te dirá lo que esperas escuchar. Yo no te dejaré comprar esos enésimos par de zapatos, pero estudiaré para ti un buen fondo de armario.

Por fin puedes decir adios a los huérfanos -benditas prendas que se quedan colgadas años con la etiqueta en nuestro armario- a las americanas de dos tallas más grandes y a las faldas de dos tallas más pequeñas.

Después de muchos años, muchas batallas para que la gente reconozca esta profesión, muchas decepciónes y fatiga, todavía me emociono cuando me dicen gracias. Todavía me conmuevo cuando veo los ojos brillantes de gratitud de mis clientas, cuando miro a sus caras sorprendidas de verse “tan diferente, tan segura”.

Porque, al final, como decía Bette Midler: “Dadle a una mujer el calzado apropiado y conquistará el mundo” .

Fabiana Finetto, BcnShopping&Image