Hace unos días te contaba por Instagram que mi mamá estuvo grave y hospitalizada. Estuve muy tensa y triste de estar tan lejos no puedo negártelo. Así que cuando Imaginarium se puso en contacto conmigo para ofrecerme vivir una experiencia en familia escapándome a un hotel de cuatro estrellas en cualquier sitio de España ¡no lo dude ni un segundo! No hay nada mejor que esos momentos en familia para reconectar y tomar fuerza. Yo elegí pasar una noche en el Hotel Compostela en Santiago de Compostela. ¿Quieres saber por qué?
Santiago de Compostela: un sitio que se debe visitar
No era mi primera vez en Santiago. Había estado hace trece años con mi prima como "mochilera" y después volví con mi familia política para agradecer que una operación había salido bien.
Si algo recuerdo de ambos viajes podría decirte que existe una magia en Santiago que no sueles encontrar en cualquier sitio. Obviamente ambas experiencias las viví de joven, no es que sea muy vieja pero a los veinte te impactan otras cosas que a los treinta y más cuando viajas sin hijos. Los planes no son lo mismo.
Puedo contarte de aquellos viajes dos anécdotas curiosas: mi prima y yo nos metimos a un bar y nos enseñaron a hacer una "queimada". Ya sabes que creo en unicornios y que en México existe el toloache (una bebida para que se enamoren de ti). No sé si habrá sido la queimada o no, pero llevo 13 años enamorada de mi marido.
Del viaje con mi familia política te cuento una anécdota personal que todavía me sigo riendo. Fuimos a la misa de los peregrinos a la Catedral de Santiago. ¡Algo que se debe vivir aunque no sea uno católico! Yo no me había confesado hace mucho. Así que voy al confesionario con las piernas temblando y de la nada ¡me le pongo a llorar al cura! (de puros nervios no vayas a pensar que era por ser tan pecadora). Lo peor de todo es que detrás mío estaba mi futura suegra viéndome llorar como una Magdalena. ¡Seguro ha de haber pensado que era una jovencita pecadora! ¡Jamás había pasado tanto nervio ni en un examen sorpresa! De nervios suelo reír o llorar. Así que como reír no era opción, imagíname llorando a moco suelto.
Esta vez, aproveché la visita a Santiago no sólo para dar gracias por mi madre, si no también por dar gracias por mi familia.
Experiencias Imaginarium #vuelveajugar
¿Quién no está corriendo todo el día para arriba y para abajo? ¿Quién no llega agotado a casa después de trabajar? ¿Quién no le ha puesto el Ipad o la tele a los niños con tal de tener cinco minutitos para poder hacer algo?
¿Ves? Otra vez me confieso culpable. Soy afortunada porque trabajo en casa, pero por lo mismo muchas veces tengo que responder "ahora no puedo, jugamos después".
Ésta escapada fue un ejercicio de estar verdaderamente juntos todo el tiempo. A pesar de que mis hijos son pequeños, ya tienen una edad muy buena para viajar. Así que nos animamos a realizar una escapada express en familia.
¿Quieres hacer feliz a tus hijos?
Para hacer feliz a tus hijos sólo se necesita tiempo.
¡Cosa que muchas veces no nos sobra porque vamos corriendo!
El sábado llegamos por la tarde a Santiago y a pesar de que el pequeño desmadroso tuvo una gastroenteritis y que cayó el diluvio universal eso no nos impidió disfrutar. Nos enfundamos los chubasqueros y salimos a brincar en los charcos.
Una chica en Instagram me dijo que "La lluvia en Santiago es arte" ¡y que razón! Los brillos, las sombras, las luces, hicieron que ésta visita fuera mucho más especial.
Un día de escapada en Santiago
El hotel Compostela estaba ubicado en el centro histórico a 5 minutos de la Catedral, así que si se cansaban podríamos volver fácilmente. Cenamos en un sitio de tapas muy bonito llamado El Papatorio y para cerrar con broche de oro compramos una Tarta de Santiago para picotear en el cuarto (tranquila que no rompí la dieta).
Los pequeños desmadrosos estaban alucinados con las camas, decidieron saltar con ellas y luego fueron felices a la hora del baño con los botecitos pequeños de shampoo. ¡SI EN LA CASA TENGO BOTES ENORMES PERO ESO NO LES GUSTAN TANTO!
Al día siguiente fuimos a la catedral a la misa del Botafumeiro y como apenas llovía y salió un rayito de sol tomamos el trenecito turístico que te lleva a conocer el Auditorio, el parque Alameda, el río y el casco histórico. Un planazo para los niños porque no tienen que caminar tanto y un tren es un tren.
A la hora de la comida paramos en un sitio llamado Taberna O Bispo de tapas ¡delicioso! y luego volvimos cantando Cantajuegos por el camino.
A veces sólo se necesita tiempo para conectar y disfrutar.
¡Gracias Imaginarium por invitarnos a #volverajugar !Si quieres vivir una experiencia en familia como la que yo viví me chivaron que durante el mes de diciembre Imaginarium tendrá la promoción especial Xmas. Podrás elegir una noche en un hotel de cuatro estrellas, aventuras o talleres artísticos ¡para escaparte y volver a jugar!
Colaboración con Imaginarium