Experimentando con Langostinos

Hola hola!

Hoy quiero contarles una experiencia de cocina que tuve hace un par de semanas.

Preparé Langostinos!!! Pero lo raro no es eso, el punto es que me tocó limpiarlos y todo, jamás lo había hecho, mi esposo es el que se encarga de esa tarea cuando se trata de camarones, pero como para todo hay una primera vez, me tocó a mi aprender y preparar unos deliciosos Langostinos al ajillo.

Obviamente me fui a Youtube y a blogs especializados en cocina a buscar la forma correcta de hacerlo, desafortunadamente como no tenía una muy buena conexión me tocó hacerlo casi a ciegas, es decir no pude ver ningún video o imágen que me guiara, tocó seguir las instrucciones de un texto que encontramos mi primita y yo mientras nos rifábamos la tarea.

Bien, lo primero que hice fue retirarles la cabeza, no pensé que fuera tan fácil pero solo debes rotar su cabeza y sale enseguida, muy sencillo, posteriormente arrancarle las paticas y sacar la carne de su caparazón. Esto lo hicimos con el langostino crudo, estamos tan traumadas con el tema de las intoxicaciones por mariscos que preferimos limpiarlos bien antes de cocinarlos.

Luego de dejar solo la carne los dejamos unos 30 minutos en agua con limón para pasarlo luego 2 minutos por agua hirviendo. No quedaron para nada cauchosos, eso sí, se encogieron mucho para mi gusto 😀

Lo mejor vino después, preparar la mezcla para ponerlos a la plancha.

Para 1 libra de langostinos utilizamos:

• 2 cucharadas de cilantro finamente picado
• 2 cabezas de ajo machacadas
• 1 cucharada de Mantequilla o margarina la que prefieras.

Todo esto lo juntamos, bañamos los langostinos en esa mezcla y a la plancha por un par de minutos más. Quedaron un poquito pasados de ajo pero no por es dejaron de estar deliciosos!!

Fotos no alcanzamos a tomarles porque prácticamente desaparecieron una vez estuvieron listos, pero en definitiva fue una muy buena experiencia y nos mostró a mi prima y a mi que en la cocina hay que correr riesgos, que hay que experimentar y que así es como quedan estas anécdotas que nos impulsan a hacer lo que más nos gusta.

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