Revista Salud y Bienestar
Expertos alertan de los efectos adversos de las dietas milagro, cuyo uso aumenta en los meses de verano
Por FatDurante los meses de verano, aumenta de forma alarmante la práctica de dietas "milagrosas", que, además de producir el indeseable efecto yo-yo, debido a que mediante éstas se pierde masa corporal magra, en vez de masa grasa, pueden tener consecuencias nocivas para la salud. "Se trata de dietas no equilibradas que, además de tener un efecto yo-yo por el que en un breve periodo de tiempo se recupera el peso corporal por encima del peso inicial, pueden causar problemas sobre el metabolismo, la función renal, ocasionan deficiencias vitamínicas, caída del cabello, entre otros efectos nocivos", explica el doctor Javier Salvador, jefe del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universitaria de Navarra y presidente electo de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Ante esta situación, los expertos hacen hincapié en el papel que debe jugar el endocrinólogo en los procesos de pérdida de peso. En palabras del doctor Miguel Ángel Rubio, coordinador de la Unidad de Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y secretario de la SEEN, "la obesidad es un problema crónico que implica un cambio del estilo de vida programado y progresivo a largo plazo, para el que no existen curas o remedios milagrosos. Se asocia al desarrollo de enfermedades concomitantes, de forma que sólo los endocrinólogos están capacitados para realizar un análisis completo del contexto de la obesidad, de si existen alteraciones hormonales que la provoquen, las comorbilidades que puede tener asociadas y el tratamiento más oportuno".
"Se debe diagnosticar si el paciente tiene riesgo de hipertensión arterial, diabetes, hiperuricemia, síndrome metabólico, hígado graso, apneas del sueño, etc.", añade el doctor Rubio. "La información nutricional y de actividad física para una vida sana se puede propugnar desde las administraciones sanitarias o desde diversos colectivos de la comunidad sanitaria, como farmacéuticos, educadores sanitarios, enfermeros, dietistas, nutricionistas, etc. como una aproximación global al problema, pero nunca con la intención de realizar una participación o intervención terapéutica individualizada".
Si bien, durante los meses previos a las vacaciones de verano hay un aumento de consultas médicas en relación a la obesidad y pérdida de peso, la doctora Susana Monereo, jefe de sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Getafe y coordinadora del Grupo de Obesidad de la SEEN afirma que esto es un error: "Sólo nos acordamos de los kilos de más cuando hay que quitarse ropa. Esto es un gran error, ya que siempre hay que mantener el concepto de comer de forma equilibrada y saludable sea invierno o verano. Con frecuencia, la gente hace restricciones a principio de verano y luego van dándose ‘atracones’, recuperando el doble del peso que han perdido".
"Por lo general –añade- se acude al endocrinólogo cuando se han agotado todas las vías de adelgazamiento rápido y fácil, buscando el milagro que, por supuesto, no existe. Con frecuencia, cuando los pacientes llegan a nuestras consultas, tienen una obesidad resistente al tratamiento y, sobre todo, muy poca motivación, lo que hace aún más difícil dicho tratamiento".
-La "no eficacia" de los complementos alimenticios
Otro de los grandes errores que se comenten durante todo el año, pero aún más en la época estival, es el consumo de complementos alimenticios, vendidos como eficaces productos para adelgazar, pero que carecen de ensayos clínicos que así lo avalen (no los necesitan, puesto que no son medicamentos). En este sentido, estudios presentados en el Congreso Internacional de Obesidad, celebrado recientemente en Estocolmo, demuestran que los complementos alimenticios vendidos como productos para adelgazar no son eficaces. Entre ellos, algunos muy populares, como la L-Carnitina, la fibra soluble, el polvo de guaraná, el té verde, el chitosán, el ácido linoleico conjugado (CLA), la goma guar y el glucomanano.
Los pacientes que utilizaron complementos alimenticios en un estudio llevado a cabo por el Instituto de Nutrición y Psicología de la Universidad de Gottingen (Alemania) perdieron peso en los dos meses que duró el ensayo, pero en la misma medida que los participantes que utilizaron placebo. Los resultados de este trabajo, presentados en el Congreso Internacional de Obesidad, celebrado recientemente en Estocolmo, ponen de manifiesto que los nueve productos evaluados (poliglucosamina, L-Carnitina, polvo de repollo, extracto de konjac, alginato de sodio, extractos de hierba sin especificar, fibra soluble, polvo de guaraná y faseolamina) no son eficaces para adelgazar. "Además de no contar con ensayos clínicos que avalen su eficacia, no tienen estudios realizados sobre su toxicidad e interacción con medicamentos", explica el doctor Rubio. "Sin embargo, se venden libremente, sin control, en farmacias, parafarmacias, herboristerías e Internet".
Un segundo estudio, realizado en las Universidades de Exeter y Plymouth del Reino Unido, y presentado también en el Congreso Internacional de Obesidad, ha analizado una revisión sistemática por primera vez de todos los comentarios publicados sobre ensayos clínicos realizados con suplementos alimenticios para perder peso. El análisis evalúa la evidencia de las revisiones de los estudios sobre nueve suplementos alimenticios adelgazantes, como el picolinato de cromo, la efedra, la naranja agria, el ácido linoleico conjugado (CLA), la goma guar, el glucomanano, el chitosán y el té verde. Los investigadores ponen de manifiesto que no han encontrado ninguna evidencia de que alguno de los productos estudiados sea un tratamiento adecuado para reducir el peso corporal.
-El papel del endocrinólogo, fundamental
Sin duda, el endocrinólogo es el profesional sanitario que mejor conoce la obesidad como enfermedad y todas sus implicaciones en enfermedades metabólicas asociadas. Según la doctora Monereo, "la valoración correcta del obeso es sencilla, pero no lo es la interpretación de los datos y las decisiones terapéuticas correctas. Así, no es lo mismo el tratamiento de un obeso joven que ha cambiado de vida dejando de hacer deporte que de una mujer tras el parto, que esté deprimida o que tenga diabetes. Cada persona tiene un tratamiento global que incluye diferentes pilares terapéuticos adaptados a cada caso: dieta, ejercicio físico y medicamentos".
A este respecto, el doctor Salvador añade que "se debe profundizar en la situación personal de cada paciente para establecer el mejor tratamiento, como la presencia de trastornos asociados a la obesidad, la actividad laboral, etc.". Para ello, es fundamental la existencia de equipos multidisciplinares en los centros hospitalarios, algo que, según este experto, no existe de forma generalizada en nuestro país: "deberían existir estos equipos, formados por psicólogos, cirujanos, dietistas, etc. liderados por un endocrinólogo. Normalmente, estos equipos reciben el nombre de unidades de obesidad, aunque la situación en torno a su generalización en España es muy mejorable".
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