Ante el avance de la ciencia y la tecnología, equipos de médicos de múltiples disciplinas, como neurólogos, neurocirujanos, oncólogos y radiocirujanos, trabajan de forma conjunta en el abordaje de las intervenciones neuroquirúrgicas. Por ello, del XVI Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía (SENEC), que se celebra estos días en Madrid, ha reunido a más de 700 expertos nacionales e internacionales para actualizar y compartir conocimientos y experiencias en sus diferentes ámbitos. Este año, además, ha contado con la colaboración del Congress of Neurological Surgeons (USA).
-Un abordaje multidisciplinar para un tratamiento más personalizado y eficaz
Son muchos los profesionales implicados en el abordaje de la neurocirugía. Enfermeras, neurólogos, neurorradiólogos, neurocirujanos, radioterapeutas, radiocirujanos… La participación de los oncólogos, por ejemplo, que estudian las características histoquímicas del paciente, permite un tratamiento personalizado del tumor, pudiendo llegar a predecir claramente si responderá bien al tratamiento y, por lo tanto, permitiendo identificar qué tipo de quimioterapia será más eficaz. “Los avances en el mundo de la neurocirugía necesitan de la unión del conocimiento de muchas disciplinas y especialidades”, explica el Dr. Manrique, presidente del la SENEC y del Congreso. “Un abordaje multidisciplinar de las intervenciones neuroquirúrgicas las hace mucho más efectivas y nos permite avanzar hacia tratamientos más personalizados para cada paciente”, añade.
El tamaño, la localización, la profundidad, las probabilidades de morbi-mortalidad, así como la posibilidad de incurrir en daños a zonas cercanas al tumor, son algunas de las consideraciones a tener en cuenta antes de decidir qué tipo de cirugía precisa el paciente o por dónde aplicarla.
-La tecnología y la investigación nueurocientífica española a la altura de las mejores
Frente a las operaciones clásicas, las nuevas tecnologías médicas permiten que las intervenciones neuroquirúrgicas actuales sean cada vez más precisas. Técnicas como la radiocirugía o la técnica endovascular consiguen, con el uso de rayos X o gamma, o bien a través de catéteres navegados por los vasos sanguíneos, llegar hasta el tumor sin necesidad de realizar incisuras craneales profundas en el paciente. Con el uso de la neuroendoscopia se puede llegar a eliminar, a través de tan solo un tubo de 6 u 8 milímetros, tumores para cuyo tratamiento era necesario abrir el cráneo del paciente, operaciones que llegaban a durar más de 8 horas.
Según el doctor Manrique, pionero en la implantación en España de un Departamento de Nuevas Tecnologías de la Imagen para el área de radiocirugía y neuronavegación, la investigación neurocientífica española no tiene nada que envidiar a la estadounidense. “Nuestras investigaciones están a la altura de las americanas, aunque todavía se necesita una fuerte inversión a largo plazo que permita la entrada de la maquinaria y tecnología más potente, que ellos, por ejemplo, ya tienen”. En la programación del congreso para el día 24, se llevó a cabo un “Life Surgery”, la retransmisión en directo de una intervención quirúrgica de base de cráneo, en alta definición desde Saint Luis (USA). La interconexión del microscopio del quirófano de USA con el del auditorio de Madrid, permitió al Prof. Abdulrauf, que se encontraba entre los asistentes al congreso, dirigir personalmente la intervención.
-Nuevas investigaciones en Cirugía Psiquiátrica
Otro de los temas que se abordarán en el congreso, es el resurgir de la Cirugía Psiquiátrica. La psicocirugía es una colaboración entre psiquiatras y neurocirujanos. Antiguamente una de las técnicas más conocidas era la lobotomía, que destruía o eliminaba una pequeña parte del cerebro de forma irreversible, con las consecuencias que ello podía conllevar. En la actualidad se usan neuroestimuladores cerebrales para enfermedades como el trastorno obsesivo compulsivo y la depresión. “Se trata de “chips” que mandan una orden al cerebro para controlar la enfermedad, pero con la ventaja de que es reversible, ya que cuando se apagan los neuroestimuladores, el paciente vuelve a su estado habitual”, explica el doctor Manquire. “También se está investigando en enfermedades como la epilepsia o el párkinson”, añade.