Exploando Lo Incomprensible
Diagnósticos enfermeros, problemas de colaboración... y goles por la escuadra!De vez en cuando, mientras ejercemos nuestras actividades laborales, se nos planteanuna serie de dudas repecto a nuestro rol, nuestras funciones, nuestro papel dentro del equipo de salud, etc., casi siempre debido a algún hecho ocurrido en el transcurso de las horas. Errores de medicación, eventos adversos, ausencia de informes y/o registros, compotamientos éticamente reprochables, criterios de gestión discutibles, etc. En estas conversaciones improvisadas se ofrecen todo tipo de planteamientos y desde todos los puntos de vista, incluso desde los extremos. Sí, curiosamente no existe consenso en nuestra profesión, a diferecia, generalmente, del estamento médico que, ya sea a través de un pacto de silencio o por corporativismo, suelen coincidir púlicamente en sus apreciaciones (quizás no en petit comité).
Pero lo que va siendo común es la frecuencia con la que se dan planteamientos inmovilistas, puntos de vista tradicionales, conservadores, afirmaciones interiorizadas del status quo como situación heredada e inevitable... Alguna voz hay que trasciende más allá del inmovilismo en el que parece residir un número nada desdeñable de profesionales. Peero son voces poco oídas o poco audibles, según coómo. Pero el gran número de opiniones se mueve al entrono de un intervalo bien definido. Si dibujáramos una línea de opinión, estoy convencido de dónde se situaría dicho intervalo (y no, no me apoyo en ningún estudio, es mi simple opinión) :
Hace ahora ya 11 años, en el 2004 el Col·legi Oficial d'Infemeria de Barcelona publicó el estudio "Enfermeras hoy: cómo somos y cómo nos gustaría ser. Conclusiones del estudio sociológico 2004". En él se mostraba en gráfica el siguiente dato (no recogido en el texto):
- ante la pregunta "¿Podría valorar la importancia actual de las siguientes problemáticas?", la respuesta que obtuvo una puntuación más baja fue "la rutinización del ejercicio profesional". Las de mayor puntuación fueron tres: "retribuciones insuficientes", "falta de incentivos profesionales" y "precariedad laboral". Por el contrario, definen un nivel alto de satisfación de las enfermeras con su profesión. ¿Es coherente estar satisfecho de lo que haces y , a la vez, afirmar que lo que menos te importa es que eso que haces se haya convertido en una rutina mientras que eres del 80% de los profesionales que además volvería a escoger la misma profesión y del 85% de los que se sienten capacitados para asumir más responsabilidades, aunque haya precariedad laboral, rettribuciones insuficientes e incenivos inexistentes? ¡Y nos quedamos tan anchos! ¿En qué nos hemos convertido?
¿En qué nos hemos convertido? O tal vez, mi visión se ha distorsionado y radicalizado. ¿En qué punto de la recta os situáis? Decidme: ¿qué pensáis de los siguientes ejemplos?, necesito saber si estoy equivocado y debo reestructurar críticamente mis opiniones. ¿Cuáles son? Parto de la idea de que impulsar no es sinónimo de invadir, acaparar, apropiarse de competencias ajenas o subordinarse a ellas. Y no me sirve oir "pero es que ya lo estamos haciendo así", tal vez ese sea el problema de nuestra invisibilidad, querer afirmar lo ajeno como propio. Sed críticos, no destructivos, por favor.
- Triaje. Un tema ya olvidado, aceptado y asumido. ¿Funciona? Sí, pero ¿qué no funciona si lo lidera enfermería...? Sólo recordar que ha sido necesario convencernos con investigaciones sobre el triaje, que mostraban una mejor realización y adecuación a la patología del paciente con el triaje enfermero que conel triaje médico.
- Consentimientos informados. ¿Quién puede decirme que en su centro nunca se da un consentimiento por parte de enfermería? "Si claro, pero como no revise yo si está el consentimiento antes de la IQ, me cae una...". Pero ¿acaso somos nosotros los responsables de ello? ¿somos nosotros el cuerpo de vigilancia de las "apneas de memoria" médicas? Y además lo protocolizamos y realizamos check-list. Sí, ya se que enfermería también participamos del proceso por el cuál se solicita el consentimiento, pero ¡es que no me veo representado en él! ¡Hagamos un consentimiento de nuestra actividad, incluyámoslo junto al ya existente". Eso es impulso, no la apropiación ni subordinación actual.
- Conciliación de tratamiento. Otro tanto. Recientemente he podido asistir a una presentación de cómo se llevaba a cabo la conciliación en un gran hospital catalán. La realizaba enfermería y posteriormente era validada por el médico responsable y por farmacia. Claro... es más fácil decir ok a los datos recogidos por otro que no tener que realizar la labor de preguntar, recoger y listar los datos farmacológicos del paciente uno mismo.
- Prescripción. Ya sé que es un tema espinoso, conflictivo (del cuál no me he preocupado demasiado por obtener una información lo más completa posible, mea culpa) y que presupone la poca competencia de enfermería tal y como está redactado el proyecto (estó sí lo he leído). Pero, ¿de verdad queremos prescribir? ¿O tan sólo se trata de poder prescribir aquellos productos y fármacos cuya venta no precisa de receta? Si es así, ¿para qué? Y si no es así, ¿qué gano recetando ATBs, analgésicos y demás? ¿Somos competentes para ello? Sí, en líneas generales, pues creo que falta mucha formación. Pero ¿está en nuestra razón de ser el poder/deber prescribir?
- Algún ejemplo más: registros con ítems que sólo son meros controles de acciones médicas (múltiples ejemplos); ...