La consigna: Con una lista de 10 pasos a cumplir, viajar a pie por el lugar en donde uno esté. Sacar fotos y/o tomar nota de lo que se encuentra en cada etapa.
Herramientas: 1 cámara de fotos, un cuaderno. Imaginación.
Etapas:
1) La primera etapa es el lugar en donde uno esté.
2) Caminar en cualquier dirección 50 o 100 pasos. Girar 180 °.
3) Seguir caminando en esa dirección hasta ver algo azul.
4) Girar a la izquierda y caminar 50 o 70 pasos.
5) Caminar en cualquier dirección hasta encontrar algo que sea (o que se parezca) al número 7 u 11.
6) Tomar el primer giro a la izquierda y seguir caminando hasta encontrar un lugar donde sentarse.
7) Elegir cualquier dirección y caminar 25 o 50 pasos.
8) Seguir caminando hasta encontrar una forma o color inusual. Girar 180°.
9) Seguir caminando hasta encontrar una arcada o cualquier arquitectura inusual.
10) Volver a casa, pero seguir buscando algo que llame la atención.
Etapa 1
El día amaneció nevando y eso nos entusiasmó. Nieve, más un viaje en tren, era la combinación perfecta para el comienzo de cualquier historia. Cuando llegamos a la estación de Brujas, tomamos un chocolate caliente y salimos fuera. Extendí mis brazos, juntando las dos manos, y dejé que los guantes de lana se llenaran de copos, que ocupaban casi media palma de mi mano. En mi vida había visto unos trapos tan grandes. Pero después de la magia, llegó la lluvia. La incesante lluvia que no dio tregua en todo el día.Intenté fotografiar la catedral, pero al ser contrapicado se me llenó todo el objetivo de gotitas.
Después de empezar a callejear hacia el centro de la ciudad, salimos por una arcada hasta la mitad de una calle. En frente nuestro, se erige lo que parece una catedral. No se cuántas iglesias, catedrales y edificios más del gremio hay en esta ciudad, pero mires a donde mires sólo se ven torres altas por todas partes. La puerta está abierta y está entrando un montón de gente. La idea es tentadora en parte: por un lado es un lugar cerrado, sin frío, sin lluvia. Por el otro, no me apetece entrar en iglesias, son todas iguales. Éste es mi punto de partida para el juego, y seguimos andando.Etapa 2
Seguimos por esa calle llena de casas bajitas, la mayoría son tiendas de cosas típicas, y entramos a algunas: el frío y la lluvia casi obligan a ello. Al final con tanto entrar y salir no sé los pasos que llevo dados, pero no hemos andado mucho cuando me encuentro con la primera vista de los canales. A derecha e izquierda del puente discurre tranquilamente el agua entre una hilera de casas de ladrillo rojo y chimeneas anchas. Imagino cómo tienen que ser estos días de invierno tras los cristales que dan al canal, y en ese momento daría lo que fuera por estar sentada a la ventana, con otro chocolate caliente entre las manos, y la casa llena de calor. Y mi ropa seca, por favor.Sobre el puente hay más gente haciéndose fotos. De vez en cuando pasan nadando unos cisnes, ajenos a todo: al frío, a la lluvia, a las cámaras, a los colores radioactivos lanzallamas de los chubasqueros del chino... Parece que más allá no hay mucho que ver. Giramos 180º y seguimos la calle en dirección contraria. A ver qué encontramos ahora.
Etapa 3
Volvemos a pasar por la catedral, con la intención de querer llegar a la plaza central y, sin tener mucha idea de por dónde queda, seguimos en la única dirección posible: a donde va todo el mundo. Por suerte no parece que hoy haya mucha gente, muchas de las calles están desiertas y, salvo por la lluvia, sería hasta agradable pasear por estas calles solitarias.En este punto tengo que encontrar algo azul, y en un lugar con el cielo gris casi blanco, y unos edificios monocromo de color rojizo, no hay nada más azul y que destaque más, que los chubasqueros antes mencionados. Encontramos una casita que hace esquina y divide la calle en dos bifurcaciones, unos van para la derecha y otros para la izquierda. Nosotros lo tenemos claro.
Etapa 4
Nos toca girar a la izquierda, y al fondo de la calle parece que hay otra catedral, con su correspondiente torre alta. Seguimos andando, y llegamos a una calle principal, llena de coches aparcados y tiendas de moda, calzado, chocolaterías... Las fachadas de los edificios son preciosas. Por la calle pasa una calesa tirada por caballos, no se si dentro va alguien visitando la ciudad, pero estoy segura que se están mojando igual. Creo que vamos en la dirección correcta, por aquí ya empieza a haber más movimiento.Etapa 5
Por fin llegamos a la plaza, la Grote Markt, porque detrás de ésta hay otra, la Burg Place. Aquí todo es múltiple: las plazas, las catedrales, las torres, los canales... Me quedo maravillada con lo que veo, a pesar de que no luce muy bien en un día tan grisáceo y apagado como el que nos ha tocado. ¡Con el sol que hizo el día anterior! Con tanta cosa para ver, me olvido que tengo que buscar algo parecido a un 7 o un 11. Pero qué importa.Burg Place, y el ayuntamiento
Grote Markt
Etapas 6 y 7
Giramos por cualquiera de las esquinas de la plaza, y el único lugar donde sentarse va a ser el de la mesa donde vamos a comer. Ya tenemos hambre y necesitamos entrar un poco en calor. Atrás habíamos visto un sitio donde comer bastante bueno, por 12€ el menú. Yo me pedí una enorme crema de tomate, y un plato de pollo al curry, con un buen puñado de arroz blanco. Cómo lo disfruté. Para acabar, otro chocolate caliente, para afrontar mejor la tarde.Cuando salimos no llovía apenas nada, y la ropa ya había ido secando un poco. Entramos a algunas tiendas más, y volvemos a la plaza, para seguir con la ruta. Sigo quedándome maravillada con los edificios. Estamos tan al norte, que pronto ya se empiezan a encender algunas luces, y estoy deseando que llegue la noche para ver Brujas encendida. Cada vez se va pareciendo más a estar dentro de un cuento.
Etapa 8
Salimos en busca de los famosos molinos de Brujas, antes de que anochezca del todo. Tras una larga calle, los encontramos a la orilla del río, casi a las afueras. Son 4 molinos de madera, que custodian con sus enormes aspas a los viandantes del parque. Para mí tienen una forma inusual, pues sólo conozco los molinos de piedra, o los generadores eólicos que hay ahora en todas partes.Al lado existe una especie de fortaleza, que formaba parte de la antigua muralla que cercaba la ciudad medieval. Es la Kruispoort, o Puerta de la Santa Cruz, por donde se entraba a Brujas. Fue reconstruída en varias ocasiones, y la actual es del año 1400. De ayer por la mañana.
Como curiosidad, porque seguramente pocos lo saben, Brujas no existe. Quiero decir, su nombre original es Brugge, que en Neerlandés significa "puentes". Lo de Brujas es otra españolada más, de cuando Flandes era español.
Ya está anocheciendo y no da tiempo a mucho más en esta zona. Giramos 180º, y volvemos al centro.
Etapa 9
Como arquitectura inusual me lo parece todo, no se qué elegir para fotografiar. Ya es la hora azul, ese momento del día en que ya se han encendido las luces, pero el cielo no ha oscurecido del todo, tiene un tono azulado, y ahora Brujas está más bonita que nunca. Si durante el día los edificios no han destacado especialmente por el día tan gris que hizo, ahora de noche cobran todo el protagonismo. Siguen cayendo gotas que me estropean las fotos, pero puedo hacer algunas más o menos aceptables.Etapa 10
El día ha llegado a su fin. Justo ahora que Brujas se convierte en otra ciudad distinta a la de la mañana y la tarde. Aún nos queda coger el tren, y una hora de trayecto hasta Bruselas, donde pasaremos la última noche. Pero antes seguimos maravillándonos un poco con las luces de esta ciudad.Viajes sincronizados, es un juego comenzado por Laura y Aniko en el que, siguiendo unas pautas marcadas, viajaremos a lugares reales o ficticios al mismo tiempo. No te pierdas sus relatos correspondientes, los de Laura aquí, y los de Aniko aquí.