Revista Viajes

Explorando África, el viajero Joseph Thomson

Por Oscar Oscar López Castedo @oscarcastedo

Sabana Masai MaraLa exploración de África ha sido uno de los grandes desafíos para los viajeros. Tanto por sus condiciones extremas como por la belleza de sus paisajes, siempre ha atraído a viajeros de todo el mundo. Pero fue durante los siglos XVIII y XIX cuando se desarrollaron los más arriesgados y osados viajes por europeos para adentrarse y descubrir un continente que guardaba con celo sus secretos. Sin olvidar los escarceos y colonización por los pueblos árabes.

Quizás uno de los viajeros por África más maltratado por la historia ha sido Joseph Thomson. Nacido en Penpont (Escocia) el 14 de febrero del 1858. Un verdadero viajero y aventurero más que explorador o conquistador. Como dijo a uno de sus amigos al final de sus días; “Si tuviera fuerzas para ponerme las botas y caminar cien metros, me iría otra vez a África. Estoy condenado a ser un vagabundo”.

Sus modelos fueron los grandes de la época, Livingstone, Stanley, Speke, Burton, a los que superó moralmente debido a su ingenuidad viajera, que buscaba el camino más que llegar a algún sitio. Él, que iba para albañil siguiendo el negocio de su padre, pronto se decantó por los estudios de geología en la Universidad de Edimburgo.

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Joseph Thomson (fuente wikipedia)

Fue uno de los europeos más precoces, ya que con apenas veinte años se embarcó en una expedición hacia el lago Tanganika, como científico geólogo y sin cobrar, organizada por la Royal Geographical Society. Esta incursión que empezó con mal pie al ser debilitada por la malaria, y de hecho su líder Alexander Keith Jonhston falleció, lo que aupó a Thomson al mando de la misma. Alcanzaron el lago Tanganika e hizo un intento de adentrarse en el Congo, aunque la falta de planificación e infraestructura, unida a los nativos waruwa, dieron al traste con este proyecto. De regreso descubrió el lago Rukwa (Tanzania), y publicó su primer libro To the Central African Lakes and Back (1881).

Su gran oportunidad apareció en 1883 cuando la RGS quería abrir un camino seguro a través de Masailand para apoyar el proyecto de la línea de ferrocarril hasta Uganda, que había incrementado su interés geopolítico y estratégico.

El primer candidato para dirigir esta ambiciosa expedición fue Stanley, pero sus elevados requerimientos hicieron que la RGS se decantara finalmente por Thomson que se ofreció voluntario. Sin más exigencias que poder llevar intérpretes, él buscaba abrir camino, sin ánimo de conquistar, un verdadero viajero. Así, en marzo de 1883 cruzaba desde Mombasa para adentrarse en el desierto de Taru camino de Masailand. Rodeó el Kilimanjaro y metido en tierra masai trabó una relación prudente y reservada con los Masai, primero los elogiaba como bravos y valerosos, pero a medida que les iba colmando de regalos su percepción cambiaba. Empleó trucos haciéndoles creer que era mago y hablaba con los dioses, pero los Masai cada vez se volvían más agresivos a causa de los regalos (la avaricia). Pasó por un pequeño poblado que hoy es conocido como Nairobi y llegó hasta el valle del Rift con el que quedó fascinado. Llegaron al lago Naivasha y confirmó la existencia del Monte Kenia, que había indicado el misionero alemán Johann Ludwig Krapf en 1849 con más de 5.000m. Descubrió el lago Baringo y dio su nombre a las cataratas del río Narok. En diciembre de 1883 llegó por fin al lago Victoria. Aquí es donde se vistió con el tartán de su clan escocés y danzó junto a las orillas del lago, todo un personaje!

Hipopótamos
Regresó a Mombasa en mayo de 1884, después de un sufrido viaje de vuelta, donde se las tuvo que ver con los guerreros masai que no dejaron de acosarlos y matar porteadores, las enfermedades y el ataque de un búfalo que le hirió en la pierna. En 1885 publicó su segundo libro Through Masai Land con el que pudo tener un retiro cómodo en su tierra. Sin embargo, fiel a su espíritu aventurero y viajero, decidió seguir recorriendo África durante años, Sudán, el Atlas y el río Zambeze fueron las medicinas que curaban su mal, el mal de África.

Murió joven, con 37 años después de toda una vida intensa de viajes y descubrimientos. Siempre fue humilde, no buscaba el reconocimiento aunque lo logró, ya que había establecido una ruta más corta pero más arriesgada que aquellos exploradores de su tiempo que tanto admiraba. Con él se abrió el este del continente y las tierras de Kenia al conocimiento occidental, pero la cruz sin embargo fue el colonialismo europeo que empezó a azotar esa tierra hasta entonces virgen y no ha dejado de hacerlo hasta nuestros días (s. XXI).

Fuentes:

  • El sueño de África. Javier Reverte
  • Blog Grandes Viajeros
  • Blog Kenyalogy
  • Blog Histórica
  • Blog Curiosidades da natureza
  • Tuareg Viatges

Kenia

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Guepardo

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Leones

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Explorando África, el viajero Joseph Thomson
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