Exposición de vinos de España en el Hotel Excelsior de Colonia

La primera impresión que tuve fue la variedad de la muestra, imagine que solo encontraria vinos de la Rioja, pero tal vez eran los que menos habian, me tope con vinos de cada rincón de España, recuerdo los vinos de Granada, Navarra, Jumilla, Alicante, Penedes etc. Fue muy interesante la diversidad de propuestas que encontre aunque parecia mas fruto del azar que otra cosa.

Los organizadores habian montado la tolda en un hotel centrico, comodo, elegante y caro, se procedia de la manera clasica con una zona de acreditaciones, puesto de información, muchachas sonrientes y cuando se entraba al salón de veia el repetido formato que lo he visto innumerables veces, un espacio rectangular con mesas en los costados y en el centro, un corredor en medio y mesas con manteles blancos, cestas con pan, botellas de agua y los vinos, habia algo que no encajaba, lo bien trabajado de la imagen chocaba con lo mismo de siempre, un formato que por haberse usado cientos de veces ya esta mas que agotado.

En España he visto por doquier que los dueños de la bodega le huye a las ventas, ellos asumen la posición de jefe y mandan a sus comerciales a recorrer el mundo y les dejan en sus hombros la responsabilidad de hacer conocer la bodega, el mundo del vino necesita del talento de su creador, el vino no es un negocio mas, el vino no es como vender zapatos, donde un producto standard se acomoda a todos los gustos y mercados, el vino es como lo han entendido muchas otras bodegas sobre todo en Alemania, es el fruto del talento de una persona y esa persona es la que tiene que ir por el mundo explicando su arte.

Necesitamos mas gentes como Alejandro Fernandez de Tinto Pesquera, como Peter Sisseck de Pingus, como Rafael Cambras con sus maravillosos vinos a base de uva Monastrell etc. Personas que atraen, que muestran que el mundo del vino no es aburrido y que con sus propuestas novedosas despiertan a un mercado un tanto dormido.