¡Buenos días! Como ya os contaba en mis redes sociales, este mes tuve la suerte de ver la exposición “Time Capsule” de Louis Vuitton en el Museo Thyssen, la cual me encantó, ¡realmente espectacular! Por lo que, no podía dejar de compartir con vosotros información y detalles sobre la misma.
Tras haber triunfado en otras ciudades, Louis Vuitton compartió en Madrid con los amantes de la moda sus piezas más icónicas en esta exposición. Time Capsule, como su nombre indica, trataba de un viaje a lo largo de la historia y evolución de Louis Vuitton, a través de una selección de objetos y documentos pertenecientes a los archivos de la firma con más de 160 años de historia.
La firma francesa se ha destacado por anticiparse a las necesidades y deseos derivados del progreso tecnológico, cumpliendo esas expectativas con nuevas e innovadoras creaciones. En la exposición se podían apreciar piezas históricas con otras más contemporáneas, un recorrido desde los inicios de la marca hasta nuestros días.
Esta exposición se centraba en cuatro aspectos fundamentales de la historia de Louis Vuitton: los códigos de la Maison, los viajes alrededor del mundo de Louis Vuitton, la elegancia en movimiento y los iconos de la Casa.
Los códigos de la Maison
El primer éxito de Louis Vuitton fue su robusto e innovador baúl de viaje, del cual emergieron todos los símbolos de la Maison. Estos incluyen:
- El hardware.- Los componentes metálicos que protegen las esquinas de cada baúl, la cerradura inexpugnable multi-clave y las cintas metálicas que refuerzan su estructura.
- Los materiales.- duraderas lonas revestidas y refinadas pieles.
- Los estampados que decoran cada baúl .– la lona gris Trianon, la lona a rayas rojas y beige, las lonas con el motivo del Damero o Monogram.
- El Malletage.- Usado originalmente para forrar el interior de los baúles, con cintas de tela para mantener los objetos en su sitio.
Viajes alrededor del mundo
A lo largo de los siglos, Louis Vuitton ha continuado haciendo frente a los retos que suponían los nuevos medios de transporte mediante soluciones ingeniosas y elegantes. Tras haber creado baúles para los viajes en tren, como el baúl Wardrobe (un armario con perchero y cajonera), Louis Vuitton se anticipó al desarrollo de los viajes en automóvil desvelando su primer prototipo de baúl para coche en 1897; al que siguieron accesorios y equipajes.
Para los viajes transoceánicos en barcos de vapor, Louis Vuitton creó su Steamer Bag – bolsa de viaje que podría guardarse en el compartimiento interior de un baúl-armario o de un baúlo-cabina, siendo esté lo suficientemente fino como para poder deslizarse de bajo de la cama de un camarote.
Elegancia en movimiento
Louis Vuitton, fundador de la Casa que lleva su nombre, empezó su carrera como empaquetador favorito de la Empreratriz Eugenia, al ser experto en el arte de embalar. Esas aptitudes permanecen hoy en el corazón de Louis Vuitton, cuyos equipajes protegen los efectos más preciados de los viajeros. Louis Vuitton ha creado objetos personalizados en los materiales más elegantes para sus clientes según su estilo de vida. Es increíble como el artesano ha sabido optimizar la protección de los objetos que los baúles pretenden defender, como botellas de whiskey, frascos de perfume, juegos de mesa, sets de maquillaje, joyería o artículos para el cuidado personal. El arte de fabricar bolsos y cofres, aplicado a las demandas de una existencia nómada y ajustado a los requerimientos específicos de cada viajero.
Iconos de la Maison
En esta exposición también se mostraban las creaciones de Louis Vuitton más memorables y emblemáticas. En el momento de su lanzamiento, cada una de ellas se convirtió inmediatamente en producto imprescindible, y a día de hoy todas continúan siendo célebres, que son puntos de referencia esenciales e inevitables en la historia de Louis Vuitton. Estos emblemáticos diseños se han reinterpretado. Cada pieza habla de su propia era, encajando perfectamente con el lenguaje inconfundible de la Maison, que continúa su evolución mientras aplica su know-how único a los retos de cada nueva época.
¿Sabéis cómo nació el estampado Monogram? El origen del Monogram, tan característico de la marca, se remonta a 1896, cuando Georges Vuitton empleó las iniciales ‘LV’ en su diseño como un homenaje a su padre Louis Vuitton
El bolso Speedy es uno de mis favoritos. Este clásico de Louis Vuitton se inspiró en la bolsa de viaje “Keepall” en el año 1930, en un principio este modelo se llamó “Express”, pero luego el nombre cambió a “Speedy”, un nombre más acorde con los cambios en el estilo de vida y medios de transporte de la época. Este modelo ha tenido muchas versiones, distintos materiales, colores y estampados. Colaboraciones como las de Stephen Sprouse, Yayoi Kusama y Jeff Koons son un ejemplo.
Iconos de la moda y personajes ilustres como Audrey Hepburn y Coco Chanel han inspirado diseños de la casa. Y, por supuesto, hay que destacar la vinculación de Louis Vuitton con España, desde la admiración de la Emperatriz Eugenia de Montijo por el trabajo del joven Louis Vuitton y las posteriores peticiones de los reyes Alfonso XII y XII hasta las colaboraciones con artistas españoles como Sybilla y Rossy de Palma.
Después de pasar por todas las salas y admirar todas esas magníficas piezas, el camino seguía por una sala donde se encontraba el “magic malle” o baúl mágico, símbolo de la Maison y el origen de todo, que nos transportaba al mundo de Louis Vuitton gracias a los efectos audiovisuales y proyecciones fascinantes de diferentes escenarios y etapas de su historia.
La visita terminaba con una demostración en directo por parte de los artesanos de Louis Vuitton donde se podía ver como se elabora y ensambla a mano cada pieza, cuidando cada detalle. Sin duda, un trabajo exquisito cuyo resultado ya conocemos.
Esta exposición me ha parecido una verdadera maravilla, ¿y a vosotros?
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