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Expresiones populares, ¿de dónde viene la frase…? (2ª entrega)

Publicado el 19 enero 2015 por John Mejías Tecniac.com @Tecniac

Ya está aquí la segunda entrega de expresiones populares que tanto nos han solicitado nuestros clientes, seguidores, familiares, conocidos y un taxista de Sigüenza. Una vez más dejaremos a un lado el mundo de los regalos originales para rescatar curiosidades de uno de los regalos que la madre naturaleza ha tenido a bien dejarnos en usufructo: el lenguaje.

Seguro que utilizas varias expresiones populares que están en tu jerga desde tiempos inmemoriales y no tienes muy claro de dónde vienen o qué significan. Sí, sí, esas que dices porque las dice tu madre pero que si piensas un poco en ellas no acabas de entanderlas. En esta sección expliremos la procedencia y el por qué de algunas de las frases y expresiones populares más usadas en el castellano (o por lo menos algunas de las más interesantes).

Frases y expresiones populares

Echar un polvo

En este caso todos tenemos claro lo que significa (alguno incluso la ha llevado a la práctica), pero casi nadie sabe de dónde viene esta belleza del idioma. Los burgueses y aristócratas del siglo XVIII esnifaban un tipo de tabaco en polvo llamado rapé. Como el polvo solía producir indecorosos estornudos y moqueos, se hizo costumbre retirarse a otra estancia para esnifar tabaco en privado y no perder el glamour público que tanto costaba mantener en esa época. Solo tenías que decir "voy a echar un polvo" para poder excusarte y empolvarte la napia. Estos momentos de soledad eran aprovechados por algunos amantes furtivos para darse el lote a espaldas del resto, de ahí que la expresión "vamos a echar un polvo" empezase por hablar de unos vicios y terminase por referirse a otros.

No sé qué es más curioso, que utilicemos la frase "echar un polvo" para darle movimiento a la pelvis o que hace unos siglos se metieran tabaco por la nariz. Se ve que tuvieron que hacer unos cuantas pruebas empíricas para darse cuenta de que el agujero correcto era la boca (y estoy hablando del tabaco).

Poner los cuernos

Parece que la cosa va de sexo. Nos remontamos al siglo X de la lejana Escandinavia cuando los vikingos eran los reyes del pillaje, título del que actualmente disfruta Miguel Blesa y sus colegas de Caja Madrid. Como muchos recordaréis, los vikingos tenían derecho a yacer con las mujeres de los campesinos, y para que los primeros no fueran molestados en el acto por los segundos, colgaban unos cuernos de res por fuera de la tienda. De ahí que la expresión popular "poner los cuernos" signifique meterse en faldas ajenas.

Un ejemplo más de que el tipo duro siempre se lleva a la chica.

Dar calabazas

Los que usan las anteriores expresiones populares seguro que lo pasan mejor que los que usan esta otra. En la antigua Grecia se consideraba que la calabaza tenía propiedades afrodisíacas, por lo que se recomendaba comerla a aquellos que debían mantener la castidad evitando así que frecuentaran entornos libidinosos. Por este motivo se empezó a utilizar la frase "dar calabazas" cuando alguien no era correspondido en el amor y necesitaba paliar su ansiedad corporal de alguna otra manera.

Pues si la manera de encontrar consuelo después de que nos rechacen es meternos una buena dosis de afrodisíaco, no me quiero imaginar como curaban las hemorroides.

Día de perros

Aunque lo parezca, un día de perros no significa haber tenido un día malo en el que la suerte nos ha dado esquinazo. Esta frase hace referencia al clima. Se empezó a usar en centroamérica cuando cayeron en la cuenta de que los días más calurosos del año coincidían con el claro avistamiento de las constelaciones de Canis Mayor y Canis Menor (Perro Mayor y Perro Menor). Nada más simple, cada vez que hacía un día de calor sofocante y bochornoso, aparecían dos perretes en el cielo, así que un día de perros era un día para dejar de trabajar y guarecerse a la sombra.

Es curioso que para los españoles un día de calor sea un día de felicidad aderezado con cervezas frías, unos espetos de sardinas y unos buenos baños en la playa. Si eso es un día de perros creo que me he reencarnado en la especie equivocada.

Dormirse en los laureles

Muchas de las expresiones populares que utilizamos proceden del antiguo imperio romano. Es el caso de la expresión "dormirse en los laureles". Cuando un gladiador ganaba un combate en la arena, un atleta ganaba una prueba olímpica, un general ganaba una batalla o un emperador la guerra, se les honraba con una corona de laureles. Cuando estos se acomodaban a los logros pasados y descuidaban sus labores se decía que se dormían en los laureles haciendo referencia a la corona y a su pasividad.

La verdad es que dormirse sobre una corona de laureles no es muy cómodo que se diga, así que es mejor seguir creciendo y consiguiendo nuevos objetivos.

¿Qué te ha parecido esta nueva entrega de expresiones populares? Seguro que has echado más de un polvo, has puesto o te han puesto los cuernos, te han agraciado con alguna que otra calabaza, has sufrido más de un día de perros y alguna que otra vez te has dormido en los laureles. Así que no puedes decir que esta clase de historia no te ha venido de perlas para dar sentido a tu forma de hablar. No te pierdas expresiones populares 1ª entrega y nuestras novedades en regalos originales.

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Expresiones populares, ¿de dónde viene la frase...? (2ª entrega) written by John Mejías


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