Inesperado y absurdo el anacronismo del presidente mexicano criticando a España por ataques contra su población indígena hace 500 años.
De López Obrador se esperaba que se enfrentara a la desigualdad, la violencia y el narcotráfico que imperan en su país. O no se ve capaz de afrontarlo o está muy influido por su mujer (o ambas cosas) cuando tiene que recurrir a perogrulladas populistas que, además, son falsas.
La “Conquista” española resiste perfectamente la comparación con cualesquiera otros procesos de ocupación que en el mundo han sido.
Aquí, sus cuates podemitas, progres de salón, le hacen el coro y exigen al Rey de España que pida perdón. Deberían leer el magnífico y exhaustivo ensayo de Mª Elvira Roca (ojalá le concedan el “Princesa de Asturias”) y permanecer callados.
También es anacrónico seguir propagando la leyenda negra frívolamente.