Revista Economía

Extinciones en tiempo de crisis: el caso del atún rojo

Por Davidalvarez

Extinciones en tiempo de crisis: el caso del atún rojoAtún rojo (Thunnus thynnus)
Que la mar está sobreexplotada es algo evidente a estas alturas. Actualmente hay cientos de especies de peces y mamíferos marinos que se encuentran al borde de la extinción debido a la extracción masiva de ejemplares para el consumo humano. En muy poco tiempo las flotas artesanales han dado paso a grandes flotas comerciales que disponen de los últimos avances tecnológicos para detectar y capturar cualquier banco de peces que se les ponga a tiro. Asimismo, millones de toneladas de pescado son descartadas y arrojadas al mar porque carecen de interés comercial o sencillamente porque el precio de mercado no es suficientemente elevado como para justificar el espacio que ocupan en las bodegas.
Uno de los ejemplos más claros de sobrepesca es el caso de los túnidos, que debido a su alta cotización en el mercado, sobre todo el japones, son pescados indiscriminadamente superando con creces las cuotas establecidas por los organismos internacionales, como la ICCAT. Debido al excesivo esfuerzo pesquero, algunas especies como el Atún rojo (Thunnus thynnus) han sufrido un descenso poblacional superior al 85% en el número de reproductores en tan sólo unos años, con lo que se cumpliría el principal criterio para la inclusión de ésta especie en el Anexo I de la Convención internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres de la ONU (CITES). Y parecido a lo que ocurre con el atún rojo, está ocurriendo con otras especies como el bonito (Thunnus alalunga) que cada vez se pesca menos, de menor tamaño y más lejos de la costa.
La situación actual es tan crítica que la UE ha propuesto prohibir la comercialización internacional del atún rojo para evitar su inminente extinción. Esta propuesta, que si se refiriera a cualquier otra especie sería bien recibida por casi todo el mundo, ha sido muy criticada y probablemente será vetada por varios países. Los convenios internacionales, los informes científicos y las leyes de conservación de la naturaleza están demostrando ser papel mojado cuando se trata de especies comerciales, sobre todo cuando se llegan a pagar 130.000 euros por sólo un ejemplar de una especie.
La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha puesto el grito en el cielo y ha llegado a decir que si España no apoya la propuesta "demostraría su liderazgo en Europa". Según esta asociación la inclusión de esta especie en el anexo I no está justificada y es desproporcionada, porque según ellos la información sobre la situación de ésta especie es falsa, que hay más atunes de lo que se dice y que sólo responde a las presiones de los grupos conservacionistas. Hay que tener en cuenta que España es el país comunitario que tiene una mayor cuota de pesca de esta especie.
Extinciones en tiempo de crisis: el caso del atún rojo Descenso de la biomasa de Atún rojo. Línea azul: datos hasta 2008. Línea roja: predicciones
La realidad es que actualmente la pesca del atún rojo en España supone la facturación anual de 18 millones de euros a pesar de representar tan sólo el 0,8% del total de las 800.000 toneladas totales que se pescan en España anualmente y ese dinero parece justificarlo todo, paradojicamente hasta la propia extinción del recurso que lo genera. Con el fin de presionar a la administración se recuerda que la pesca de esta especie da trabajo a 2300 personas y que en una época de crisis como la actual la desaparición de los mismos sería un desastre.
Aun seguimos pensado que la mar es inagotable, que podemos sacar de ella lo que queramos sin que pase nada y por supuesto si pasa algo, mejor que sea yo el que pesque antes de que venga otro y lo haga por mi. Si se siguen pescando atunes tal como se está haciendo ahora dentro de tres años no habrá ni atunes ni gente que los pesque, ni se generarán empleos directos ni indirectos.¿Qué pasará entonces con esos 2300 puestos de trabajo?
La propuesta de la UE prentende prohibir la comercialización internacional, pero no dentro de la comunidad económica europea. Esta medida será la única que podría permitir que los pescadores artesanales del estrecho de Gibraltar pudieran seguir pescando de forma sostenible, usando artes como la almadraba. Pero las grandes flotas comerciales quieren seguir esquilmando la mar y obteniendo beneficios astronómicos con ello, y los pescadores artesanales no les importan en absoluto.
Si realmente el gobierno Español quiere demostrar su liderazgo tendría que apoyar la propuesta de la UE y tomar las medidas necesarias para evitar la extinción del atún rojo aunque la recuperación de la especie se produzca cuando no esté en el poder, pero ya se sabe, en estos momentos esto sería ciencia ficción.


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