Revista Cultura y Ocio
"Y pese a todo, el mundo todavía giraba. Aún había estaciones y, por supuesto, aún había días con sus correspondientes noches. El invierno en Maine era crudo; en Bangor, cruel. Las horas de luz solar pasaban con la misma rapidez con la que prende y se esfuma el papel de fumar, dando paso a noches gélidas, cargadas de ruidos inciertos y mustios sentimientos. Durante la estación de fríos, la vida parecía pararse y no tener sentido."
Ya he comentado más de una vez que hago caso a los libreros (no a todos). Si recomiendan abiertamente un libro, por lo menos lo echo un vistazo. Por eso cuando Antonio Torrubia la recomendó en twitter ni me lo pensé. Si de algo sabe, es del género. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Extinction. Y pese a todo.
Bajo el mandato de Obama, Estados Unidos entra en guerra con Irán desencadenando la Tercera Guerra Mundial. En Bangor parece que sólo quedan tres personas vivas: Patrick y Peter, dos amigos que llevan años sin hablarse, y la hija de este último. En invierno, aislados del mundo y luchando por sobrevivir y, tal vez, saber lo que ha sucedido más allá de su población, estas personas tendrán que enfrentarse a su propio mundo.
Me gusta el terror. Como género reconozco que es de los que más diversión me produce a la hora de enfrentarme a una historia. Pero no todo vale y, en este caso, el autor no se limita a una simple novela de terror. Partiendo de una situación límite, nos encontramos en un universo marcado por la soledad, el frío y la sombra de la soledad y un futuro incierto planeando sobre nuestros protagonistas. El clima de aislamiento, la búsqueda de comida y la inocencia de una niña que parece no ser del todo consciente de la tragedia vivida marcarán el arranque de una novela que se va adentrando con paso firme en el género. A medida que avanza la historia iremos descubriendo qué ha sucedido, los recuerdos se mezclarán con un presente que parece no cambiar, salvo en una obsesión por parte de los adultos: protegerse. Porque puede ser que ellos no sean los únicos supervivientes a la desgracia.
Extinction es terror del de toda la vida, un homenaje al King de los primeros libros con una ambientación impecable que consigue que busquemos esos cinco minutos más para seguir con la historia. Y sin embargo, hay mucho más que eso en ella. Los personajes poco a poco ganan en profundidad, conocemos sus vidas y sus heridas, y ellos mismos se ven enfrentados a ellas. Las situaciones límite sacan lo mejor y lo peor de cada uno y Garduño no les da tregua, como tampoco se la da al lector. De este modo, más allá de lo que viven, veremos lo que son, los que sienten, lo que temen. Algo que suele ser descuidado en este tipo de historias y en lo que el autor parece haber puesto especial cuidado. Podríamos decir, y no mentiríamos, que es una novela de amor, de supervivencia, de amistad, de rencor... porque todo ello va aflorando a medida que pasamos las páginas. Y recordemos una cosa: no están solos...
No puedo dejar de comentaros el 14 de agosto tendremos la historia en cines.Y eso me lleva a hablaros de la edición. La que aparece en la foto corresponde a Stella Maris, y lo señalo porque viene además con el guión de la película y material adicional, como puede verse en esta foto. Eso sí, salvo para ver las fotografías del rodaje, no pienso leer el guión hasta que no vea la adaptación cinematográfica.
Hoy traigo una novela con un buen ritmo, tensión creciente y un final más que a la altura de la historia. Francamente entretenida, cuesta interrumpir su lectura antes de llegar al final. Juan de Dios es capa de llevarnos por una trama que se enreda hasta casi asfixiar al lector que busca una salida de forma casi desesperada.
Y vosotros, que ayer no os pregunté, ¿qué libro estáis leyendo esta semana?
Gracias