Huevos de Pascua
Pasó la Pascua de Resurrección y hay que retornar a la rutina, con sus ingredientes habituales y cotidianos. Entes que no deberían resucitar jamás y que no acaban de desaparecer: ETA, la represión en Siria, la tiranía de Gadafi. ¿Por qué no se marchan para siempre? ¡Extínganse de una maldita vez! (hay que estar ciego, o loco, o ambas cosas, para no hacerlo). Por otra parte se topa uno con entes que reviven al calor electoral: el uso que el PP hace de la lucha contra el terrorismo, un material tan delicado que debería quedar fuera de la trifulca política, pero que los conservadores (encarnados en su sector más ultra) se empeñan en utilizar una y otra vez, una y otra vez, con tal de arañar unos votos. Con los muertos no se debe jugar.