Pocas veces veremos fantasmas tan singulares como los que nos presenta esta comedia, que si bien apunta maneras en sus primeros minutos, conforme se adentra en temas paranormales se va volviendo más previsible y repetitiva. El humor del que hace uso está en zona de nadie, ni resulta absurdo del todo ni demasiado inteligente. Lo mismo ocurre con las actuaciones, algunas se pasan de sobreactuadas y otras se quedan cortas. A pesar de todo esto tiene varias escenas con las que es fácil soltar alguna carcajada, y su final, aún haciéndose de rogar en exceso, es delirante y sin duda lo mejor de la película.
Mi puntuación: 5/10