Ilustración de Marta Virseda García
A la gata sin nombre le gusta frecuentar un parque cercano, donde acude para echar la siesta debajo del árbol viejo, el de las cicatrices grandes en la corteza. Se queda allí cuando no hay gente apenas, y la contada que pasa lleva demasiada prisa para fijarse en ella. Cuando llega le parece, y está en lo cierto, que el abuelo de los árboles la saluda, y se le nota contento de volver a verla. A su sombra, con el rumor de las hojas, la felina se hace un ovillo y se adormece, sintiéndose querida por otro ser vivo, aunque sea uno tan distinto a ella. Y en éstas sueña que el destino le tiene reservado algo bueno. Algo muy bueno, a decir verdad. Tanto, que no acierta casi ni a darle forma, un poco sí lo consigue en sus incursiones oníricas, y solo ahí, porque es difícil imaginar algo tan desmedido y hermoso cuando cuesta un mundo sacar la vida adelante, cuando la suerte es hostil.
La gata que no tiene nombre vaga solitaria, porque en su entorno, lo de cuajar amistades es complicado. Por eso juega con su propia cola, persiguiéndola y rotando como una peonza sin marearse siquiera, y cuando por fin la atrapa la mordisquea sin apretar mucho, para no hacerse daño; porque tonta no es. Todo lo contrario: es de puro lista que sobrevive en la adversidad.
Aunque justo es decirlo, no todo es pasar apuros. En su vida también hay cosas buenas, si sabe disfrutar de ellas. Por ejemplo, ese pájaro azul que vive en lo alto del árbol. Jamás ha visto un animal tan hermoso. A ella le gusta perseguir a los pájaros, es su naturaleza, y contra eso, no se puede luchar. Pero a esta avecilla azul, tan bella, tan deslumbrante, no sería capaz de asustarla de esa manera. Prefiere contemplarla, verla volar de rama en rama dejando brillar sus plumas de tornasol, hasta que desaparece en el interior de la casita colgante que ella misma se construyó en un rinconcito del árbol. (Si es que puede decirse que los árboles tienen rincones).
Mariaje López (El mundo de la línea infinita) Ilustraciones de Marta Virseda García. M.A.R. Editor.