Dicen que una vez metidos en harina, las cosas, empiezan a dar igual. Te metes en una aboragine de complementos que o nos marcamos un techo, o eso puede convertirse en una hipoteca. Eso pasa con los extras para tu boda. Que aunque tengas planteada una estrategia o unas cosas con las que si quieres contar y otras con las que “pues tampoco” llega un momento que empiezas a pensar…¿y si…? y zas, ahí tienes el problema. Entras en bucle y no sabes parar.
Entre otros extras, hoy vamos a centrarnos en la Candy Bar. Una moda, desde hace años que deleita a invitados, y que muchas veces sobrevaloramos.
Para no dejarnos el presupuesto y que luego tampoco luzca o se disfrute es importante que “en el caso de la comida” tengamos muy en cuenta con el menú.
Por ejemplo, si nuestra carta de boda es muy cargada de platos, tenemos un lunch largo, quizás atiborrar a nuestros invitados con dulces… no sea la mejor opción. Pensadlo antes, por muy de moda que este, pues a veces se oirán comentarios del tipo…“tanto exceso de información no me dejaba apreciar el conjunto en general”.
Pero si por la contra, vuestro planteamiento es ligero, fresco, veraniego o con una celebración de mañana y que se alarga… poner una candy va a ser un acierto para grandes y pequeños.
Hoy por lo pronto, y después de esta opinión, os dejo con algunas ideas para crearla. Porque en estas, también hay variedad de estilos y lo mejor es encontrar la que mejor se adapte a vuestro día.
Sobre ruedas
De estilo rustico
con un toque vintage
con un aire glam
Con un toque natural
¿Cual seria el estilo de vuestra candy bar? ¿Os planteasteis poner una en vuestra boda?