Profesionales sanitarios han participado en la Mesa de Salud en el Médico que desde el pasado martes, 15 de noviembre y hasta ayer jueves 17, se celebró el Colegio de Médicos de Cáceres. Una de las mesas celebradas se dedicó a las drogodependencias en el médico y al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), durante la que se dieron datos de la atención prestada a médicos de la región. Según las cifras, en estos últimos diez años esta comunidad autónoma ocupa el cuarto lugar con mayor número de ingresos en dicho programa.
El objetivo principal del curso ha sido "concienciar a nuestros médicos que no están inmunes de la enfermedad y de que hay una serie de patologías que son más propias de la profesión médica probablemente por la propia idiosincrasia de los médicos", tal y como ha indicado el Vocal de Formación y Docencia, Luis Prieto.
Una de las mesas celebradas se dedicó a las drogodependencias en el médico y el programa PAIME. "Todo médico que tenga problemas con algún tipo de adicción, tiene que pedir ayuda y nunca automedicarse", según manifestó durante su intervención el presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos Arjona.
Por su parte, el secretario de la entidad colegial, el Dr. Evelio Robles fue el encargado de explicar a los médicos asistentes a la Mesa de Salud en el Médico en qué consiste el programa PAIME, creado en 1998 con el objetivo de dar respuesta a los médicos que precisan atención ofreciéndoles asistencia sanitaria especializada y específica. "Se estima que un 10- 12% de los médicos en ejercicio pueden sufrir en el transcurso de su vida profesional uno o más episodios de problemas psíquicos y/o conductas adictivas al alcohol, a otras drogas o a psicofármacos" destacaba el Dr. Robles.
Según los datos de actividad del PAIME que presentó el Dr. Evelio durante su intervención, se puede comprobar que el programa ha atendido 2.435 casos. Los motivos de la demandan son muy diversos. El 68% se debe a un trastorno mental y el 15% al alcoholismo. Normalmente los médicos que acuden al programa se encuentran entre los 36 y 50 años de edad y mayoritariamente son varones (53%) que ejercen en el medio urbano, concretamente en atención primaria (45,44%) y cuyo ejercicio profesional es público.
En Extremadura, concretamente en esta última década han ingresado en la unidad hospitalaria del PAIME un total de 31 médicos con problemas de conducta de adicciones. El repunte más alto se encuentra en el año 2005 y 2009 con 6 pacientes.
En muchas ocasiones, el médico renuncia a poner solución al problema, algo que afecta al bienestar público por eso el secretario del Comeca recuerda que "un médico conocedor de un problema de salud de otro médico que pueda comportar un riesgo de mala praxis tiene el deber deontológico de comunicarlo al COM".
Normalmente, cuando un médico presenta una adición a sustancias" retrasa la petición de ayuda a 6-7 años ya que es poco proclive a dejarse cuidar". Ante esta situación, el programa PAIME ofrece una absoluta confidencialidad con el firme objetivo de que los médicos atendidos se incorporen a su ejercicio profesional totalmente recuperados y es que la realidad así lo demuestra, "el 90% de los médicos atendidos se incorporan sin ningún tipo de problema" asegura el secretario del Colegio.
Precisamente, el alcohol y el tabaquismo son dos problemas que afectan a toda la sociedad y dentro de ella, también a los médicos. La sustancia que más consumen es el alcohol, un 65%. Los grupos de mayor riesgo son los estudiantes de medicina, los especialistas y los residentes, éstos últimos "tienen una mayor incidencia debido al estrés y al cansancio que le provocan su primer contacto con el mundo laboral". Así lo ha asegurado la Dra. Mª Victoria Boticario, médica del CEDEX (Centros de Drogodependencias Extremeños).
En cuanto al tabaco, "en los estudiantes de medicina y los MIR sigue existiendo una gran incidencia, reflejo de la sociedad actual mientras que en los médicos de entre 50 y 55 años se ha comprobado un estancamiento" tal y como ha afirmado el neumólogo, Juan Antonio Riesco quien asegura que este aumento se debe "al déficit de formación durante el pre- grado y a que se está dejando de un lado la prevención". Por ello, indica que el médico "debe tener en cuenta la función modélica, la social y la terapéutica" para que el número de fumadores en la sociedad puede reducirse.
**Publicado en "MEDICOS Y PACIENTES"