A pesar de que el tiempo ha pasado, no ha sido en vano.
Te haz ido, y con tú partida te llevaste una parte de mi.
La parte que deseaba un matrimonio, una boda y un hermoso vestido, con un esposo que me amará a costa de todo.
El momento en que formabamos nuestra familia, y adoptar un par de perros.
Mi parte favorita en la que llegaba el fin de semana, salíamos a comer y pasear, dormíar hasta tarde y ver películas.
Y porque no, también los días malos en que alguno de los dos enfermaba y uno cuidaba del otro.
Los días no tan buenos, en los que discutiríamos por cosas sin sentido (por qué uno de los dos olvidó sacar la basura u olvidar poner la ropa en el cesto) ya sabes.. esas actividades simples por las que los adultos suelen discutir.
Y por qué no, tambien esperarte en casa aquellos días en que el trabajo sea interminable, y así recibirte en la cama lista para darte un masaje, como un buen gesto de cariño.
Teníamos tanto planes y se fueron a la mierda.. pero como algún día leí, algunas veces se cambia al amor de tu vida, por otro amor o por otra vida.
Y por si te lo llegas a preguntar, me tardé pero volví a creer en el amor y a confiar. A final de cuentas, nadie tiene la culpa de los días grises que pase contigo.