Revista Libros
Los “fabliaux” son cuentos medievales franceses creados originalmente en verso rimado, para ser sobre todo recitados en voz alta, que como todo el mundo sabe, gracias a esa tradición oral se transmitieron durante generaciones llegando hasta estos tiempos miles de historias que de otra forma no habrían pasado más allá de las clases sociales que estaban familiarizados con la lectura y la escritura.
Pues bien. Estos pequeños cuentos contienen siempre una parte moralizadora, pero cargada siempre de guasa e ironía: podría decirse que son parodias de los cuentos con finalidad aleccionadora e instructiva. Provocan la risa del lector introduciendo siempre personajes de bajas clases sociales, propensos al despiste, al engaño y a la picaresca del resto de personajes que buscan burlarse o aprovecharse de ellos.
En esta edición de Cátedra hay veintidós relatos divididos en los apartados: “Las mujeres”, “Los jóvenes” y “Molineros, campesinos y juglares”, aunque comparten multitud de características y muchos de ellos podrían encuadrarse bajo varias categorías. En general, siempre tienden a los enredos sexuales, al escarnio por avaricia, a las torpezas cometidas por seguir los dictados de los más bajos instintos, etc.
Resulta especialmente agradable leerlos no sólo por lo divertidos que son, sino porque proceden de un tiempo muy lejano y uno los sostiene entre las manos como si se tratase de un objeto que contiene el pasado, y eso es algo conmovedor, como indica Philipp Blom en su estupendo “El coleccionista apasionado” (Anagrama, 2013).
Grotescos, desvergonzados, ingeniosos, provocadores, carnavalescos y muy amenos, así son los cuentos que como si fueran ecos nos llegan del pasado. Nunca pretendieron ser obras de arte y por eso no se compusieron de una forma muy esmerada, pero lo que verdaderamente sorprende es que todavía puedan seguirse comprendiendo y disfrutando en estos tiempos tan distintos y tan absurdos. Aunque por sus connotaciones lingüísticas e históricas estos fabliaux son mucho más que un libro para pasar el rato, ¿quién no ha buscado alguna vez un libro que no le plantease complicados esfuerzos mentales y que simplemente le distrajese y captase con facilidad y rapidez la atención para evadirse por un rato de este mundo? Pues aquí lo tienen.