Inaugurada por primera vez en 1856, cerró sus puertas en 1978 pero, afortunadamente han vuelto a abrir el pasado 12/12/11, ha sido después de realizar una rehabilitáción que ha durado 30 años con un coste de 30 millones de euros. Lugar interesante para ir más de una vez y no sólo para visitar la fábrica. Tiene una iluminación muy trabajada, igual que su decoración, que combina antigüedad con modernidad.
Rda. Sant Antoni, 41
(Barcelona)