Revista Libros
Fabricación de libros a mediados del siglo XX (que recuerdos)
Publicado el 25 febrero 2011 por DblmacOs presentamos este vídeo, realizado por la BBC en 1947, que explica perfectamente el proceso de fabricación de libros en una imprenta equipada con la última tecnología del momento. El vídeo muestra los avances tecnológicos de la época, destacando básicamente la automatización en cada una de las fases del proceso, ¡una maravilla de la modernidad!60 años después de la filmación de este vídeo, la modernidad que anuncia nos resulta de una gran candidez. Lo cierto es que la industria editorial ha ido asumiendo cambios y avances tecnológicos de gran importancia a lo largo de su historia (la linotipia, la xerografía, la inyección de tinta, el tratamiento de textos por ordenador, etc.), pero que no han cuestionado su esencia. La digitalización de la información e internet es lo que está marcando el inicio de un cambio estructural importante en el mundo del libro. Efectivamente, tal y como explica Josep M. Vinyes en su artículo “El libro digital, paradigma de la tecnología disruptiva” (en catalán), la aparición del libro digital va mucho más allá de un mero avance tecnológico y se está convirtiendo en todo un fenómeno disruptivo.
La linotipia, invento de 1885, representó una revolución en el proceso de fabricación de los libros. A finales de los años 60 y principios de los 70, ya se consideraba una máquina obsoleta.
Iolanda Bethencourt
Meravelles de la modernitat: la fabricació de llibres a mitjans del segle XX
Fuente: Ediciona
Mis inicios en las artes gráficas fueron en un taller de linotipia con mi padre (Litteram), no como linotipista; mis tareas eran mucho más simples, limpieza del crisol (recipiente donde se funde el plomo), sacar pruebas de las páginas y de vez en cuando tecleaba alguna línea (me encantaba oir las matrices como descendían por las cajas de los tipos), jaja.
Pilas y pilas enteras de plomo se movían para sacar pruebas de las obras, igualito que ahora, en esos tiempos no existía el control + z, control + c, control + v, que maravilla de la tecnología, el interlineado se hacía con cartoncillos de diferentes grosores, las notas eran líneas macizas de plomo que pesaban el doble, y cuando alguna vez se te caía la página de líneas enteras (que pasaba desgraciadamente), había que volver a teclear todas las líneas chafadas (y al linotipista no le hacía mucha gracia, era tiempo que se había perdido y había que repetir la faena).
Los originales eran hojas mecanografiadas, nada de archivos word, todo se tenía que picar (teclear, componer), así que dependía de la buena ortografía del linotipista no cometer errores, ya que de vuelta de correcciones, supondría mucho más tiempo y por aquél entonces (por lo menos en aquel taller), había un plus de producción y claro, era dinero que se ganaba o perdía.
Era un «taller», así lo llamaban los clientes cuando pasaba a recoger algún original —¡toma chaval!, lleva este original al taller—, fueron unos buenos años, después vino la mili, y cuando regresé, ya empezaron a cerrar los «talleres de lino», llegaba la fotocomposición, la revolución, jaja y bueno, como todo en esta vida, o cojes el tren o...
Y nosotros cojimos el tren, y aquí nos encontramos, desde el pageMaker, Corel Ventura, QuarkXpress y ahora Indesign, epub, libro digital, etc., todos han pasado por nuestras manos y esperamos que los que vengan también.
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