Fábricas TIC en Vietnam: el día a día de sus trabajadores

octubre 9, 2013

Cuando me mudé a Vietnam, en enero de este año, estuve haciendo voluntariado en una ONG local, cuyo fin era enseñar inglés a niños y jóvenes de clase obrera en los suburbios de Hanoi.

Un día, charlando con uno de mis alumnos, llamado Quan, me contó que tanto él, como el resto de estudiantes que atendían a mis clases de los fines de semana, todos rondando los 20 años, eran inmigrantes de otras zonas rurales de Vietnam, que trabajaban jornadas larguísimas por sueldos míseros en grandes empresas como Canon o Panasonic.

Me contó que con lo que ganaban (unos 125 euros al mes por trabajar 6 días a la semana, entre 8 y 12 horas diarias, siempre de pie y sin moverse del sitio), ayudaban a sus familias, casi todas ellas dedicadas a la economía de subsistencia (a la agricultura principalmente, esto significa que los años con mal clima, pasan hambre), vivían en habitaciones de alquler mal habilitadas, y podían pagarse sus estudios en escuelas de educación superior que dan clases por las noches para que los trabajadores puedan estudiar tras su jornada de trabajo.

Es decir, que yo era profesora de jóvenes que trabajaban en esas fábricas que tanto aparecen en los medios de comunicación, conducidas por empresas que producen en los países asiáticos, pobres y eficientes. O sea, que mis estudiantes eran los encargados de trabajar durante jornadas laborales interminables para hacer cámaras de Canon, como la que yo tengo.

Así que comencé a indagar. Propuse a mi empresa preparar un reportaje y aquí está el resultado: http://www.siliconnews.es/2013/10/09/fabricas-tic-en-vietnam-el-dia-dia-de-sus-trabajadores/

También os adjunto una introducción sobre el mercado vietnamita y las ventajas que ofrece a las grandes empresas que quieran implantarse allí:

Vietnam, un país idóneo para la mano de obra barata

Vietnam ofrece una situación muy ventajosa a las empresas internacionales, Por un lado, el salario medio del país es muy bajo. Según el Fondo Monetario Internacional, analizando la situación entre 2010 y 2012, Vietnam está en el puesto 135 de los 187 países analizados, en cuanto a  salario anual medio. Concretamente, este asciende a 3.548 dólares al año, lo que hace que, junto con Camboya, sea uno de los países ‘más baratos’ en cuanto al precio de la mano de obra en la región Asia-Pacífico.

China, para comparar por ser otro de los países que aloja a grandes empresas, ha ido creciendo en los últimos  años a pasos desorbitados, lo que ha llevado a un aumento de los salarios de los trabajadores. Según el mismo ránking, este asciende a 9.162 dólares anuales de media. Los vietnamitas son un tercio más baratos. Aunque, dice Jeffrey Joerres, CEO de Manpower, la segunda agencia más importante del mundo en cuanto a contratación, que los trabajadores vietnamitas, de acuerdo con los estudios, son menos eficientes que sus vecinos del norte.

Otra ventaja de Vietnam frente a gran parte de los países que aparecen en el listado del Fondo Monetario Internacional es la estabilidad política del país, mucho mejor que la de la mayoría de los países cuyo nivel económico está por debajo del de Vietnam.  Tras muchos años de guerras e invasiones, tras conseguir expulsar a los americanos en la más que conocida guerra vietnamita de los años 60, el gobierno comunista se impuso en Hanoi con el claro propósito de hacer de Vietnam un país independiente y próspero. Y, aunque a costa de los derechos humanos y las libertades de las personas, esos dos objetivos los está consiguiendo.

No hay que olvidar que, aunque estos últimos años el país oriental se ha visto afectado también por la crisis económica mundial,  se espera que siga creciendo a un ritmo del 5% anual en los próximos años, frente al 2,4% que calcula el Banco Mundial que crecerá la economía internacional. Aunque, también es verdad, que el mercado vietnamita está creciendo mucho menos de lo que hace unos años se esperaba de él y hay expertos que dicen que esto podría haberle perjudicado desde 2008.

Y además de todo esto, un estudio realizado por GIM South East Asia y titulado ‘Vietnam, more tan just cheap labor’, también destaca otras razones importantes por las que el país comunista es una opción rentable en donde invertir. Una de ellas es que la tasa de alfabetización es muy alta. Aunque el informe es de 2007, las cifras a este respecto son similares en la actualidad y más del 90% de los habitantes del país tienen formación académica. Otra característica de Vietnam que menciona el estudio es que las huelgas de los trabajadores, aunque ha habido alguna en los últimos años, no son algo común.

Esto no es de extrañar. El férreo régimen comunista aprovecha cualquier espacio para colocar pancartas propagandísticas relacionadas con la importancia del trabajo como uno de los pilares más importantes para este país. Y en Vietnam, tan controlado como está por el régimen, las personas prefieren seguir la ola popular y unirse al pensamiento establecido, para no tener problemas.

De este modo, la vida de los vietnamitas se basa en trabajar, un concepto que tienen muy arraigado y a lo que le dedican, de manera natural, muchas horas al día, y en estar con la familia. En general,  el concepto de tiempo libre o actividades de ocio aún no está muy extendido. También es verdad que los salarios en general son muy bajos comparados con el medio de vida y mucha gente no puede permitirse ‘el lujo’ de irse a tomar un té a un bar con los amigos, porque los ingresos se invierten en las cosas básicas del día y en ayudar a las familias.

Aquí os dejo las fotos de la habitación de Tuyen y su hermana que trabajan para Canon. Viven juntas en una pequeña habitación, donde también cocinan, para ahorrar, y comparten una cama al estilo vietnamita: sin colchón, sólo de madera. También os digo que aunque os pueda parecer que las condiciones no son buenas, cabe la posibilidad de que la casa donde vive su familia esté mucho peor. En los pueblos vietnamitas, donde la mayoría viven de sus cultivos, las casas son muy humildes: muchos miembros de la familia comparten el mismo camastro (sin colchón), no hay baños habilitados y las necesidades las hacen en una esquina del patio donde se ha hecho un agujero y sólo un cuarto de la casa hace de cocina, salón y dormitorio para toda la familia.