Esopo, La Fontaine o Félix María Samaniego podrían tejer una fábula ejemplar sobre unos animales que reflejan la que parece una traición de José María Aznar a su propio partido, el PP.
El exprimer ministro se ha alejado ostensiblemente de su heredero y actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y se acerca a una nueva formación desgajada de los Populares, Vox, creada por el secuestrado por ETA Ortega Lara, y que tiene ya como militante a Alejo Vidal-Quadras, vicepresidente del Parlamento Europeo.
La fábula contaría la historia de un rey león que se retiró de su manada, aunque queriendo gobernarla desde la distancia, tras caer toda ella malherida en una pelea contra una multitud de tigres, mientras unos cazadores furtivos ponía bombas en su hábitat.
Los malheridos leones deambularon bajo el reinado de los tigres durante ocho años, con un jefe aparentemente apático, exayudante del antiguo rey.
Pero este supuesto apático derrotó finalmente a los tigres sin ayuda de las hienas, animales territoriales que se unen a leones o tigres según les convenga, y que le facilitaron al antiguo rey su primer mandato.
Apoyo a cambio de que les dejara educar como hienas en su territorio a los cachorros de todo origen; ahora, hasta los leoncitos nacidos en tierra de hienas se rebelan contra sus papás.
El viejo jefe propicia la ruptura de la manada de leones. Azuza a sus miembros más impulsivos, los más heridos por los cazadores furtivos, pero también los más olvidadizos, porque ese rey, añorado por ellos, fue el que le dio más fuerza a las hoy agresivas hienas.
Dividiendo la manada el viejo león está entregándosela a los tigres, a las hienas y hasta es posible que a nuevos furtivos: buena historia para Esopo, La Fontaine o Samaniego.
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SALAS