Facebook apesta, pero no lo bastante

Facebook vuelve a permitir vídeos de violencia extrema, con mujeres evidentemente, y David Cameron -desde twitter, ojo- se escandaliza. Facebook ha confirmado que ha permitido la publicación de un video, donde puede verse la decapitación de una mujer. Cualquier usuario mayor de 13 años puede acceder a él.

Falacias de guardia

Se dice habitualmente que en Facebook está prohibido publicar contenido erótico y que paradojicamente se permite publicar contenido violento. No es del todo cierto, en Facebook, existe mucho contenido erótico pero no pornográfico y mucho menos, sexo explicito. Es exactamente lo mismo que ocurre en cualquier medio, digital o no, la censura existe y la comida de coco es la de siempre.  En la TV, en prensa, en las redes, en los videojuegos, puede verse disparar a un hombre, bombardear una ciudad, matar con cuchillos (que pueden cortar cabezas evidentemente) pero no puede verse una penetración o cualquier otro acto sexual. De esta manera los jovenes, desde niños, aprenden que la guerra es un juego y el sexo es algo prohibido, algo de lo que no hablarán de forma abierta y mucho menos cuando sean adultos. El sexo es tabú, la guerra, un juego.

Facebook se queda con tu cara

En junio de 2012, Facebook compró por 100 millones de dolares  Face.com, la firma israelí especializada en reconocimiento facial. El software de Face.com escaneaba las fotografías de los perfiles de Facebook y sugería los nombres de los amigos que aparecían en las imágenes, lo que ayudaba a automatizar el etiquetado. El grupo británico Privacy International aseguró en su momento que la red social estaba “en proceso de construcción de la base de datos de reconocimiento facial más grande y más precisa del mundo”.

De no ser poque se trata de algo muy sirio (ahora las cosas serias están ocurriendo en Siria mientras se acaba de desangrar Irak) se podría seguir bromeando y decir que Facebook se queda con tu cara y los bancos con tu casa. Lo cierto es que el mito del Gran Hermano se queda pequeño. La pesadilla de Orwell se queda corta, no sólo tenemos un gran hermano. En el mundo existen varios y además ganan fortunas con ellos. Y rizando el me gusta, las fuerzas policiales nunca lo han tenido tan fácil para poder recopilar información nuestra con la que pueden hacer cualquier cosa.

Es la sublimación del capitalismo, lo digital prevalece sobre el papel que se encuentra herido de muerte. Los otrora grupos revolucionarios se han convertidos en movimientos sociales digitales que,  nacen, crecen, se desarrollan y mueren en el mundo digital y por tanto no existen, son volátiles. Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto, excepto Facebook y sus grandes hermanos.